- Uno de los pocos aspectos positivos a nivel económico en medio de la crisis generada por la pandemia de coronavirus es que los precios de los bienes de consumo, en general, no solo no han subido sino que se mueven a la baja. De hecho en la Comunidad Autónoma Vasca la inflación es en la actualidad negativa pues el IPC de agosto pese a un ligero repunte respecto al mes anterior se ha situado en agosto en -0,4%, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) español. Como casi siempre la evolución es peor que en el Estado donde los precios se han abaratado algo más, un -0,5%.

¿Qué significa esto? Pues que los ciudadanos que mantengan sus ingresos, ya sean salarios o pensiones, no perderán poder adquisitivo este 2020 e incluso podrían recupera algo porque las previsiones tanto de la organización empresarial CEOE como de Funcas consideran que el año puede terminar con deflación, un -0,2% en el conjunto del Estado.

Este ligero abaratamiento de los precios tiene su contrapartida y es que su origen está en la fuerte caída de la demanda lo que, entre otros puntos, está ayudando a que los precios del petróleo estén relativamente bajos con lo que ello supone para su incidencia en los costes energéticos y de transporte.

Y la caída de la demanda por los efectos de la pandemia y las medidas de control sanitario adoptadas para combatirla se ha notado de manera notable en Euskadi en el segundo trimestre de este año si analizamos los datos de ventas del comercio vasco.

Según el Eustat, en Euskadi el sector Comercio, que engloba al comercio mayorista, al minorista y a la venta y reparación de vehículos, ha registrado un descenso en sus ventas en términos reales de nada menos que el 18,3% en el segundo trimestre de 2020, en relación al mismo trimestre del año anterior y una vez descontados los efectos de calendario, según datos elaborados por Eustat.

Y este descenso en el comercio ha sido, como era lógico prever, especialmente acusado en la hostelería con una brutal reducción de las ventas de nada menos que el 64%, siempre según los datos de Eustat.

En este contexto de baja demanda y de reducción del consumo no es extraño que los precios evolucionen a la baja aunque con matices. Representantes sociales recuerdan que un aspecto clave que incide en los bolsillos de los ciudadanos, en especial en los de menores ingresos, es la cesta de la compra y en ella el precio de los alimentos ha subido.

En cualquier caso, la realidad es que el Índice de Precios al Consumo (IPC) pese a experimentar en la Comunidad Autónoma Vasca una subida del 0,2% durante el pasado mes de agosto en relación a julio, se mantiene en una tasa interanual negativa del -0,4%.

Según los datos del INE, en los ocho primeros meses del presente año, los precios en los territorios de la CAV han acumulado un descenso del 1,3%. A modo de comparación, en el conjunto del Estado español, el Índice de Precios de Consumo (IPC) no experimentó variación alguna en agosto en relación al mes anterior, pero aún así elevó una décima su tasa interanual, hasta el -0,5%.

Si hay un segmento, además de la hostelería, que está notando la baja demanda sin que las campañas de rebajas lo consigan animar es el de textil. Pero las citadas rebajas de verano sí se han notado en la media de precios. Así en el caso de Euskadi, el sector de Vestido y Calzado es el que mayor descenso ha anotado en la variación mensual, con una reducción del 1%, mientras que Otros y Hoteles, Cafés y Restaurantes son los más inflacionistas, con un aumento del 1 y 0,6%, respectivamente. Respecto al mismo mes del pasado año, sin embargo, el mayor descenso de precios corresponde a Transporte, con un 4,1%, en cambio y tal como apuntan organizaciones sociales, los precios de los Alimentos y Bebidas no Alcohólicas anotan el mayor aumento, con un 2,5% más.

En agosto, respecto al mes anterior, también han registrado una caída de precios Menaje (-0,2%) y Transporte (-0,1%). En cambio, además de subir en Otros (1%), los precios también se incrementaron en Vivienda (+0,4%), Ocio y Cultura (+0,3%), y Alimentos y bebidas alcohólicas (+0,2%). El IPC permaneció invariable en Medicina y Enseñanza.