- La apuesta de la compañía eléctrica vasca Iberdrola por las energías renovables y por la transición energética hacia un mundo más electrificado y más descarbonizado está siendo valorada positivamente en Bolsa pues incluso en un año tan complicado como este 2020 donde se prevé una caída de la economía vasca y española de al menos el 10% al cierre del ejercicio, las acciones de la empresa energética se han revalorizado desde 9,18 euros a 11,04 euros, más de un 20%, y han situado a la sociedad presidida por Ignacio Galán a un paso de desbancar a Inditex Zara como la firma más cotizada del mercado español.

Los más de 77.000 ahorradores vascos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa que han confiado parte de sus dineros en Iberdrola van camino no sólo de mantener su inversión sino de mejorarla en medio de una crisis económica sin precedentes derivada de los efectos causados en la economía por la pandemia de coronavirus y las medidas de confinamiento adoptadas para evitar su propagación. En la última sesión bursátil de esta pasada semana las acciones de Iberdrola cerraron a 11,04 euros lo que significa que hoy si un grupo inversor quisiera comprar la compañía eléctrica vasca en el mercado bursátil tendría que desembolsar nada menos que 68.920 millones.

Para hacerse una idea de la progresión del valor en Bolsa de las acciones de la compañía con sede en Bilbao al cierre de 2019 costaba en el mercado 58.403 millones de euros; en 2018, 44.898 millones; en 2017, 40.811 millones de euros y en 2016, la capitalización bursátil de Iberdrola era de 39.661 millones de euros.

El resultado es que la acción que al cierre de 2016 valía 6,2 euros, hoy empezará a cotizar a 11,04 euros. Una importante subida en el periodo 2016-2020 para satisfacción de sus accionistas, de un colectivo laboral cada año mayor pues se está generando empleo y de un equipo directivo que con sus bonus por mejora de resultados se está viendo también beneficiado.

Pero para conseguir los buenos resultados que está obteniendo la compañía se precisa, además de una buena gestión, importantes inversiones y una estrategia clara de hacia donde ir. E Iberdrola hace tiempo que apostó, antes que la mayoría en el sector, por las energías verdes y renovables. Esta apuesta ha ido acompañada de importantes inversiones, aquí el único pero a las cuentas de la compañía es que mantienen un endeudamiento importante que puede llegar a los 40.000 millones de euros al cierre de este ejercicio si prosperan algunas operaciones de curso, como la de la australiana Infigen.

La compañía ha cerrado el primer semestre con un beneficio neto de 1.845 millones de euros, un 12,2% más, y está haciendo frente a los efectos del coronavirus y del aumento de la morosidad, con una gestión muy escrupulosa, con un control muy exigente sobre los proveedores, demasiado, según el sector eléctrico, y con las plusvalías obtenidas en enero, 485 millones, de la venta de las acciones de Gamesa a Siemens.

En todo caso, Iberdrola sigue fiel a su apuesta por las renovables y de ahí el esfuerzo para tomar el control de la australiana Infigen mediante una OPA, la puesta en marcha de una inversión para crear una planta de producción de hidrógeno verde para uso industrial con Fertiberia en Puertollano (Ciudad Real) o el intento de ampliar su participación en los parques eólico marinos en Estados Unidos.

En concreto, Iberdrola está en negociaciones con el fondo Copenhagen Infraestructure Partners (CIP) para elevar su participación en el gran proyecto eólico marino de Park City Wind, de 804 megavatios (MW) y que se llevará a cabo en la costa del Connecticut (Estados Unidos).

Esta posibilidad de ampliar su apuesta por la eólica marina en EEUU, una tecnología y un país estratégico para Iberdrola, se ha abierto después de que su socio haya mostrado su deseo de desinvertir en el proyecto.