- La construcción se aferra a la obra pública y a la rehabilitación de edificios para salvar el año. El sector ya trabaja al ritmo anterior al inicio de la pandemia, pero eso puede no ser suficiente para muchas empresas en un contexto de incertidumbre en el que va a costar cerrar nuevos proyectos. Aunque la promoción de vivienda afronta la crisis en Euskadi en una situación más saneada que en el entorno, la asociación del sector Ascobi reclama poner el foco en la rehabilitación, ya que es ahí donde más oportunidades se abren a corto plazo, en especial para mejorar la eficiencia energética de las construcciones más antiguas.

El parque de vivienda vasco es uno de los más antiguos del Estado español, recordó ayer el presidente de Ascobi, Alex Bidetxea. Las viviendas tienen de media en Euskadi en torno a 45 años de antigüedad, suficientes para que muchas de ellas demanden ya una reforma enfocada a mejorar la accesibilidad o el ahorro energético. Sobre esta segunda cuestión hay que recordar que desde hoy se pueden solicitar, en la página web del Ente Vasco de la Energía (EVE), las ayudas de hasta 1.500 euros puestas en marcha por el Gobierno Vasco para el cambio de ventanas. Unos incentivos que buscan animar a hacer reforma en casa y tirar también de la actividad de las empresas asociadas a la construcción, en especial pymes y autónomos.

En esa dirección piden empujar los responsables de Ascobi, que ofrecieron ayer una radiografía del sector con motivo de la celebración de la asamblea general de la asociación por vía telemática. Las constructoras vascas ya han recuperado el ritmo de actividad de los primeros días de marzo, antes del parón por el coronavirus, lo que en principio puede considerarse un buen síntoma. Sin embargo, como en todo el terreno empresarial el futuro se presenta plagado de incertidumbres y, una vez se concluyan los trabajos pendientes que quedaron paralizados por la pandemia, la consecución de nuevos pedidos está en el aire.

Por ello desde Ascobi se pide un empujón por parte de la administración, tanto a través de la obra pública, una constante reivindicación del sector desde que hace una década comenzaran las estrecheces presupuestarias al calor de la anterior crisis económica, como ayudando a la rehabilitación de vivienda. Bidetxea incidió en que hay un "amplio consenso" entre los profesionales del sector sobre las ventajas de la rehabilitación de edificios, que contribuye al ahorro de las familias, reduce las emisiones contaminantes y además puede servir para introducir elementos que mejoren la accesibilidad.

El presidente de Ascobi recordó que las reformas tienen una gran capacidad para dinamizar la economía y el empleo, y mencionó el ejemplo de Alemania, donde se estima una creación de 18 puestos de trabajo por cada millón de euros invertido por parte de la administración. Eso se traduce en un retorno económico positivo para las arcas públicas a través de la recaudación fiscal, que incluso puede llegar a doblar la cantidad presupuestada en este tipo de planes.

"Sería una oportunidad de país para reactivar la economía y aprovechar los fondos de la UE", reclamó Ascobi, que representa a un sector que supone el 7% del PIB vasco y da trabajo a algo más de 50.000 personas. La construcción vasca vivía antes de la pandemia una fase ascendente tras dejar atrás la larga crisis que comenzó en 2008.

51.300

El sector de la construcción representa el 7% del PIB de la CAV y da trabajo a algo más de 50.000 personas, muchas de ellas autónomas.

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El gasto conjunto de las administraciones vascas en obra pública superó el año pasado los 1.300 millones de euros.

Vivienda

La promoción de nueva vivienda va a sufrir menos en Euskadi que en otros lugares del Estado, según Ascobi. El motivo es que no hay una saturación de la oferta, lo que unido a las facilidades al crédito sostiene la demanda. Aun así la gran apuesta ante la crisis es la rehabilitación de la vivienda antigua.

"Somos un sector con capacidad para tirar de la industria y para reactivar la economía y el empleo"

Presidente de Ascobi