- Tubos Reunidos dejó ayer de aplicar el expediente de regulación temporal de empleo de su fábrica de Amurrio para disponer de todo el personal y atender los pedidos paralizados en marzo durante el inicio del estado de alerta. Tras caer la actividad bajo mínimos, la planta alavesa del grupo ha recuperado gradualmente la producción y ya trabajaba un 70% de la plantilla. En esas circunstancias, se ha tomado la decisión de guardar el ERTE por fuerza mayor en un cajón, sin que se descarte recuperarlo o presentar otro en el futuro.

En cualquier caso, el grupo entra en una nueva fase, su particular desescalada, en un momento crítico para el conjunto del tejido económico vasco. Productos Tubulares, que se ha convertido en la pieza más rentable de la compañía por la diversificación de sus productos, reabrió en Trapagaran el 20 de abril, y la planta alavesa arranca ahora para entrar en un nuevo escenario más favorable para la corporación industrial. La reapertura de la planta alavesa, la más grande de Tubos Reunidos Industrial (TRI) con 600 trabajadores, coincide con el nombramiento de Francisco Irazusta como nuevo presidente la semana pasada. Fuentes de la compañía explicaron ayer que, más allá de las necesidades productivas actuales, no se prevén a corto plazo la entrada de nuevos pedidos.

Sobre el papel, el ERTE debía concluir el 18 de junio, pero había dejado de tener fecha de caducidad la semana pasada. En un principio se había planteado una regulación temporal de empleo en Amurrio por fuerza mayor, pero la autoridad laboral lo rechazó y se abrió una negociación sobre un expediente convencional ligado a los efectos de la pandemia. Tras un acuerdo con el comité que, entre otras cuestiones, supuso la reducción de seis a tres meses de la suspensión, el ERTE por fuerza mayor fue finalmente admitido la semana pasada en respuesta al recurso de la compañía.

Sin embargo, la dirección comunicó el pasado jueves al comité que renunciaba a aplicarlo y que procedía a levantar con fecha de ayer el expediente en curso. Se pone fin de este modo a mes y medio casi sin actividad en Amurrio, que volverá a generar ingresos para reducir los cerca de 350 millones de euros de deuda que condicionan la actividad del grupo.

Las dos compañías que conforman TRI viven circunstancias muy diferentes. La fábrica de Trapagaran, que ronda los 400 trabajadores, cerró el año pasado con resultados de explotación (Ebitda) positivos. En otras, palabras es una planta rentable. Además, tiene carga trabajo para tres meses y perspectivas de seguir sumando pedidos a pesar de la marejada en la que vive la economía por el coronavirus. La clave de la posición competitiva de Productos Tubulares es que además de fabricar tubos para el sector petrolero, también lo hace para plantas de generación de energía o compañías químicas.

En cambio, Tubos Reunidos está volcada en la industria petrolera, que vive ahora momentos críticos por el desplome de los precios del crudo, pero que arrastra desde hace años el lastre de la depreciación del oro negro. Las inversiones se han reducido a mínimos y TR lo nota cada ejercicio en su balance.

186.955

El número de trabajadores afectados en Euskadi por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo -ERTE- se elevó ayer a 186.955, lo que supone 1.828 más en relación al último dato facilitado el pasado jueves por la consejería de Trabajo y Justicia del Gobierno Vasco.

Número de expedientes. El número de ERTE presentados ante el Ejecutivo son 26.523, un total de 147 expedientes más que el recuento anterior.