i hay dos sectores, sanitario aparte, que están afrontando en primera línea la crisis del coronavirus son los de la industria agroalimentaria y su distribución, y la logística que permiten que la sociedad siga alimentándose. La distribución comercial, -los Eroski, Mercadona, Carrefour, Corte Inglés etc., y los pequeños establecimientos de alimentación fundamentalmente-, están haciendo un esfuerzo descomunal en beneficio de la sociedad. Y a las complicaciones propias de la adversa coyuntura se le suma las derivadas de los cambio de los hábitos de compra, reconocen en Eroski, la primera empresa vasca del sector.
Menos visitas a las tiendas, auge de las adquisiciones on line, compras más grandes y fuerte incremento de la adquisición de los productos básicos y de larga duración, anécdotas como el papel higiénico a un lado, son la nueva realidad. Aunque en este mes de confinamiento también se ha producido un viaje en las preferencias de los consumidores al pasar de las compras masivas de productos básicos como arroz o legumbres a adquirir elementos más de disfrute como el chocolate o los frutos secos. Además la demanda de levadura se ha disparado.
En primer lugar, indican fuentes de Eroski, la inquietud colectiva ante la posibilidad de falta de productos en tienda unida a la eliminación del consumo fuera del hogar generó “incrementos altos en la demanda de ciertos productos”.
Los datos de la evolución muestran, según Eroski, un crecimiento del 35% de las ventas de productos básicos como legumbres, pasta, arroz, conservas, aceite, leche, cárnicos, alimentación infantil, lácteos, azúcar, y los de higiene y limpieza.
De hecho, sobre todo en los primeros momentos, se están realizando compras más grandes. Del orden del 25% superiores. Ello ha obligado al grupo de Elorrio a aumentar la capacidad logística, desde los procesos de recepción a los de producción. “También hemos reforzado el aprovisionamiento en tiendas y nuestros equipos”, afirman en la compañía presidida por Agustin Markaide. Pese a los elevados picos de demanda, en Eroski aseguran que tanto la cadena alimentaria como las empresas auxiliares que le dan soporte están respondiendo “de forma impecable”, incluyendo a los proveedores locales que siguen garantizando el suministro alimentario habiendo incrementado sus capacidades en la media de sus posibilidades.
A nivel sectorial las compras de productos de gran consumo registraron un incremento superior al 20% del gasto semanal al comienzo de la crisis sanitaria. El incremento estuvo impulsado por cestas de la compra más grandes, gastándose un 25% más que las semanas previas a la crisis del coronavirus.
En línea con las recomendaciones de salir lo menos posible de casa, y con buen criterio, los consumidores han disminuido el número de visitas a la tienda, lo que se traduce en una reducción de la afluencia; sin embargo, han incrementado su volumen de compra en cada visita.
Tras ciertas situaciones de acaparamiento abusivo de la primera semana la situación se ha normalizado, destacan en la cooperativa vasca, “tal vez al confirmar los clientes la presencia continua de producto en los lineales”.
Un aspecto curioso es que al alargarse el confinamiento se han elevado los picos de demanda de productos menos básicos y más de ocio como chocolate, patatas fritas, frutos secos, cerveza… Otros productos que están registrando picos de demanda elevados, según Eroski, son productos relacionados con la repostería como harinas y levadura. La gente aprovecha el mayor tiempo en casa para hacer pan y bizcochos.
Los productos de higiene y de limpieza siguen manteniendo una demanda alta, si bien la de algunos bienes de esta categoría como el papel higiénico se ha moderado notablemente. La demanda de frescos se ha mantenido a lo largo de todas las semanas, con el incremento más notable en las secciones de frutas y hortalizas y carne, con un claro protagonismo del pollo.