- A pesar de que Pedro Sánchez se negó ayer a hablar de una salida escalonada del estado de alerta, lo cierto es que la reapertura de las empresas de actividades no esenciales es un paso importante hacia la normalización del conjunto de la sociedad. A partir de hoy en gran parte del Estado, donde en las mayoría de las comunidades no es festivo, y de mañana martes en Euskadi y Nafarroa las fábricas empezarán a abrir sus puertas gradualmente y las obras recuperarán el pulso también de forma paulatina.

La industria y la construcción son la cabeza de lanza de la reactivación de la economía. También despertarán algunas tareas del sector servicios, pero seguirán en letargo entre otras el comercio no alimentario y la hostelería, las más visibles a pie de calle y las que marcan la frontera entre el confinamiento y el orden social habitual. Queda todavía mucho para recuperar ese escenario, a tenor del discurso que mantiene el presidente del Gobierno español, pero al menos se empieza a despejar en parte el panorama en los otros dos grandes sectores productivos. Sujetos eso sí a la tenaza del repunte del paro y la presentación de regulaciones de empleo temporales de las últimas semanas. Y condicionados por el escudo de seguridad y prevención del contagio contra el covid-19 que tendrán que implantar.

En principio, la actividad que más rápido volverá al tajo será el ladrillo. El clúster de la Construcción del País Vasco, Eraikune, estima que, a lo largo de esta semana, volverán a pie de obra alrededor de 80 empresas del sector en Euskadi y aproximadamente 15.000 trabajadores

Fuentes del clúster, que cuenta con 102 empresas asociadas, señalan en declaraciones a Europa Press que, a pesar de que para la construcción la Semana de Pascua está establecida en los convenios como un período vacacional, son muchas las empresas que, debido a las circunstancias "extraordinarias", han renegociado con los representantes de los trabajadores y las plantillas un retorno escalonado a la actividad durante los próximos días.

En este sentido, indican que, en las grandes empresas, la dirección y sus departamentos de prevención establecerán las medidas de seguridad que deben adoptarse en cada caso. No obstante, Eraikune no prevé en absoluto que la actividad se recupere al 100%, sino que el ritmo de recuperación vendrá determinado "por los trabajos en curso y por los protocolos definidos". En concreto, en el caso de las contratas, la gran mayoría intentará ponerse en marcha a partir de mañana y, en cuanto a las compañías dependientes de trabajos internacionales, su vuelta a la "normalidad" será "mucho más lenta porque la demanda está contraída".

Por su parte, las pequeñas empresas dedicadas a la rehabilitación tendrán que adaptarse a los requerimientos de contratistas o administraciones vecinales para poder arrancar las obras paralizadas, por lo que "no se prevé un inicio inminente" de todo el subsector sobre todo las que tengan que operar en edificios de viviendas.

Por otro lado, las empresas vinculadas al diseño, arquitectura e ingeniería, así como de servicios tecnológicos, han mantenido parte de su actividad a través del teletrabajo y "su gran preocupación se centra ahora en la escasez de nuevos encargos", ya que, la "parálisis general" ha generado "tal incertidumbre" que "no será fácil reactivar los proyectos que a medio o largo plazo se han detenido".

Ante esta situación creada por el coronavirus, Eraikune estima que esta crisis debería ser abordada como "de fuerza mayor" para "eliminar y renegociar" las penalizaciones de las empresas que han tenido que suspender su trabajo.

Asimismo, reclaman que se destinen, de manera inmediata, recursos específicos para cubrir los costes adicionales que ha ocasionado la pandemia, como con las medidas extraordinarias de seguridad o los costes relativos a la reorganización y reprogramación en las obras que, entre otras, han tenido que realizarse antes de que llegara la paralización definitiva.

Las cifras del sector manufacturero son más dispersas. Algunas empresas como ITP ya volvieron al trabajo el viernes, una vez finalizado el periodo de suspensión de las actividades no esenciales. Otras grandes compañías como Michelin lo harán mañana martes y, como ITP, con restricciones de actividad. En el caso del fabricante de neumáticos, la planta de Gasteiz reabrirá con 800 trabajadores, el 25% de la plantilla.

Mientras, la mayor fábrica de Euskadi, Mercedes Benz, el retorno se prevé para el 27 de abril. Ese esquema de retorno paulatino a la actividad se repetirá en todas las fábricas, salvo las que están inmersas en un ERTE. Algunas ya reabrieron, también tímidamente, cuando se amplió el catálogo de actividades esenciales. La mayoría buscará el momento idóneo los próximos días y se sumarán gradualmente al camino hacia la normalización.

Para hacerlo, todas las empresas deberán seguir la guía para la reactivación de la economía que ha elaborado el Departamento vasco de Trabajo. El borrador que avanzó el pasado viernes este diario se convirtió el sábado en texto definitivo y las empresas tendrán que informar a los trabajadores con 48 horas de antelación de la reapertura para verificar las condiciones de seguridad. Al final no ha sido posible alcanzar un acuerdo con los sindicatos.

Apertura

Las empresas deben comunicar a los representantes de los trabajadores con una antelación mínima de 48 horas, la reapertura del negocio.

Prevención

Cada centro de trabajo está obligado a elaborar un plan de medidas preventivas para garantizar la protección de su plantilla ante el coronovirus. Las empresas consultarán con los representantes de los trabajadores la guía de arranque de actividad.

Medidas

Se mantendrá una distancia de al menos 2 metros entre las personas en todas las situaciones, tanto si se trata de personas trabajadoras, como si se trata de clientes o usuarios.

Se valorará el uso de equipos de protección individual, como mascarillas, en las tareas determinadas por el servicio de prevención.

El uso de locales como comedores o vestuarios cumplirá con las medidas de distancia, estableciendo planes de escalonamiento en su uso.

Se asegurará que los trabajadores tengan fácil acceso a agua y jabón, así como, papel desechable para secado y papeleras.

Desacuerdo

La empresa podrá mantener su calendario de apertura sin un acuerdo con el comité, pero en ese caso Osalan verificará que se cumplen las condiciones de seguridad. Si persiste la falta de acuerdo, la Inspección de Trabajo evaluará la situación en un plazo de 24 horas.