Gasteiz - Los costes laborales han pisado el acelerador en el último año, aunque con un impacto relativo en la nómina real de cada trabajador. El incremento anual del salario total medio en Euskadi, que incluye todos los pagos extraordinarios y complementos, ha sido superior al 3%, el mayor en una década, pero el sueldo ordinario apenas repunta seis décimas. Por tanto, la situación global de los trabajadores mejora algo, pero no debido a un aumento del sueldo magro sino básicamente a un mayor número de horas extra y a la recuperación de atrasos gracias a la ligera reactivación de la negociación colectiva el año pasado.
Los datos hechos públicos ayer por el INE reflejan un acelerón generalizado en los costes laborales y salariales tanto en Euskadi como en el Estado español, de hecho el más importante prácticamente desde que comenzó la crisis económica. Hay varios factores que explican esta subida, de una magnitud que no se había alcanzado en el resto del periodo de crecimiento económico. A nivel estatal influyen de manera clara las subidas de Pedro Sánchez del salario mínimo -a 900 euros en 2019- y de las cotizaciones sociales. Además, el acuerdo entre CEOE y CCOO y UGT para el periodo 2018-2020 incluye una subida del suelo salarial de los convenios hasta 14.000 euros al año que también empuja hacia arriba la media.
En concreto, el coste laboral por trabajador y mes llegó en el mes de junio a 2.664 euros en España, un 2,4% más que un año antes. La mayor parte de este coste, 1.992 euros, corresponde al salario total, que crece un 2,1% -el resto son casi en su totalidad cotizaciones a la Seguridad Social-. En el caso del Estado español, el sueldo ordinario, es decir, sin atrasos ni pagos extraordinarios, asciende a 1.683 euros, con lo que a diferencia de lo que ocurre en Euskadi recoge un incremento muy similar al del salario total, que es de algo más del 2%, según el INE.
La CAV se maneja en valores más altos, aunque la tendencia se parece mucho a la del resto del Estado. El coste laboral medio se va por encima de los 3.000 euros al sumar un alza interanual próximo al 3%, en línea con el crecimiento del sueldo total, de 2.256 euros brutos. La cifra incluye el salario base, complementos, pagos por horas extraordinarias y atrasos, así como posibles pagas extra. Hay que tener en cuenta que se trata de un valor medio que está condicionado al alza por los salarios más altos, que son menos numerosos. No es lo mismo el sueldo medio que el sueldo que ganan la mayoría de los trabajadores, que es bastante más bajo.
despegue Aun así las cifras del INE permiten ver hacia dónde van los sueldos en términos generales. Después de unos años en los que las nóminas han estado estancadas a pesar del fuerte crecimiento del PIB, parece que al fin se produce un cierto despegue justo en el momento en que los analistas coinciden en que la curva económica va a empezar a mirar hacia abajo. Aun así, la subida está sujeta a muchos condicionantes. La subida pura del sueldo base es en Euskadi solo del 0,6%, hasta 1.968 euros al mes, es decir, muy lejos del 3% que sube la retribución total por cada trabajador. Por tanto, el margen positivo se corresponde en gran medida con los otros pagos complementarios y extraordinarios, así como con los atrasos.
En este sentido, la propia encuesta laboral del INE conocida ayer recoge un incremento de las horas extraordinarias realizadas por los trabajadores en comparación con los trimestres anteriores. Esta es una variable muy ligada a la actividad económica, en especial a la evolución de la industria. Las horas extra -el INE recoge únicamente las horas pagadas- son un mecanismo habitual de ajuste del calendario a la producción en las fábricas, y el indicador apunta claramente al alza en el último año, con una subida de casi el 50% en el volumen de horas por trabajador en el sector.
Por otro lado, en la subida de la retribución global tienen un efecto también el cobro de atrasos, vinculados a la reactivación de la negociación colectiva el año pasado, en el que patronal y sindicatos vascos negociaron algunos convenios sectoriales de peso que extienden sus efectos también a este ejercicio.
Es habitual que los acuerdos colectivos incluyan la actualización de las subidas correspondientes a años anteriores, así como incrementos vinculados al IPC en progresión para los años sucesivos. Tiene sentido por tanto que el repunte de los convenios el año pasado traslade el impacto a nivel salarial a 2019, ejercicio por otro lado en el que la negociación colectiva vasca ha regresado a su letargo. Menor incidencia puede tener en la subida el cobro de pagas extraordinarias, puesto que la comparativa se realiza respecto al mismo periodo de 2018.
El salario total medio en Euskadi es 56 euros más alto que en 2016, cuando las retribuciones comenzaron a repuntar tímidamente, y 100 euros más elevado que hace ocho años, el peor momento de la crisis. La baja inflación está permitiendo a una parte de los trabajadores recuperar algo de poder de compra en los últimos meses, aunque en el acumulado de los últimos diez años el resultado es claramente negativo.
la industria y la banca, en cabeza La industria, la energía y las actividades financieras son las que presentan los costes laborales más elevados, mientras que los salarios más bajos corresponden a la hostelería y los servicios administrativos. Los crecimientos más significativos los anotan las actividades artísticas, las actividades inmobiliarias y la educación. Por contra, las actividades financieras registran la única caída. Madrid y Euskadi se mantienen, por ese orden, con los costes laborales más altos, más de 350 euros por encima de la media estatal.
Los mejor pagados. Los directores gerentes de bancos y los socios de consultoras o auditoras, con un sueldo medio que puede llegar a alcanzar los 300.000 euros al año, son los dos puestos mejor pagados de España, según un estudio realizada por Adecco. Entre los perfiles mejor pagados, con remuneraciones que oscilan entre los 250.000 y los 200.000 euros, también destacan los directores de información.