bilbao - La economía vasca seguirá creciendo, pero menos de lo esperado. Es lo que se traduce del informe económico que ayer presentaron y analizaron los dirigentes de Laboral Kutxa. La entidad ha rebajado su previsión de crecimiento del PIB vasco para 2019 en dos décimas, dejándola en el 2,2%. Pese a la desaceleración que pronostican, estiman que Euskadi generará 28.000 nuevos puestos de trabajo hasta finales de 2020.
Desde Laboral Kutxa entienden que la desaceleración de la economía vasca puede considerarse como algo “normal” ya que “Euskadi crece todavía por encima de su potencial, de su mercado laboral y productividad”.
En la presentación del informe estuvo el director de Estudios de la entidad, Xabier Madariaga, que no dudó en asegurar que la CAV se mantiene “como una isla” porque Euskadi crece “claramente” por encima de lo que lo hace su entorno, en parte porque la inversión sigue en tasas “muy razonables que, junto al consumo, están sosteniendo la demanda”. Madariaga cree que esta desaceleración que pronostican va a continuar, pero, según él, no se puede considerar una reducción del crecimiento económico vasco “terriblemente relevante porque siguen siendo magnitudes importantes que permitirán la creación de empleo en términos netos”. Esa promoción de nuevos puestos de trabajo la sitúan en unos 28.000 empleos entre 2019 y 2020.
Según Madariaga, la ola de retroceso global en todos los parámetros económicos a nivel mundial “no parece que llegue a Euskadi”, aunque esa ralentización prevista para el segundo semestre del año se traducirá “en una caída del dinamismo y una desaceleración del crecimiento, que será más o menos pronunciada a medida que los factores de incertidumbre se vayan despejando o, por el contrario, profundizando”. En ese orden de cosas están la guerra entre Estados Unidos y China, el Brexit o el pulso arancelario entre Japón y Corea. Estos conflictos pueden resolverse positivamente pero “la sensación es que no necesariamente van a terminar todas bien”.
Un factor que podría influir en un empeoramiento de la economía vasca es el vacío de poder en Madrid. Preguntado por la inestabilidad que general la falta de Gobierno, Madariaga afirmó que “sería una buena noticia que hubiese gobierno de cara a afrontar los retos relevantes que se presentan, pero pese a no tenerlo, da la sensación de que la economía continúa con su marcha, pese a que sería aconsejable contar con un gobierno que ayudara a orientarla y a tomar determinadas decisiones”. - A. Gondra