La robótica colaborativa, a través de los cobots, será clave en el mercado laboral del futuro, ya que mejorará la productividad de las compañías sin recortar la capacidad de los trabajadores, que contarán con más incentivos y realizarán tareas de mayor valor, según resalta Minsait, una compañía de Indra. La empresa destaca que, alentados por la tecnología y los cambios que las nuevas soluciones digitales han aportado a las compañías, la optimización en la gestión de procesos se ha convertido en un valor clave para liderar el mercado. “Ya no es suficiente con tener los mejores réditos y los productos más demandados. Son necesarias nuevas herramientas que aporten valor al negocio y hagan más eficientes sus operaciones”, incide.
La Inteligencia Artificial (IA), junto a la robotización, ha revolucionado muchas de estas funciones, ya que es capaz de dotar de inteligencia a algoritmos capaces de imitar el comportamiento humano, mientras que la robotización y la automatización (RPA, Robotic Process Automation) dan mayor alcance y capacidad a procesos automáticos que, hasta ahora, estaban reservados a los humanos. Minsait subraya que estas tecnologías se han convertido en “imperativo” para aquellas empresas que aspiran a mejorar la calidad de sus servicios y la experiencia de sus usuarios, abriendo nuevos escenarios en los que la asistencia automatizada se revela como el mejor aliado para el desempeño profesional.
La robotización crece a un ritmo del 25% anual y uno de cada cinco trabajos rutinarios habrá desaparecido en 2022 a consecuencia de la digitalización. Por ello, no es de extrañar que la incorporación de robots a los procesos de negocio encuentre ciertas resistencias y se vea en algunos ámbitos como una amenaza. Sin embargo, Minsait mantiene que el valor que en el nuevo mercado van a tener los cobots por su capacidad para realizar aquellas prácticas más tediosas y mecánicas, e insta a no temer la automatización.
“Debemos estar preparados para convivir con los cobots, no sólo porque asistirán a los humanos en el desempeño de sus tareas, sino porque serán un factor de primer orden para la evolución profesional de estos y la rentabilidad del negocio”, afirma el responsable de Operaciones Digitales en Minsait, Andrés Duque Baviano. En este contexto, agrega que también es importante ser “receptivos”, ya que la robotización va a introducir “notables alteraciones en los trabajadores cualificados y estas serán muy positivas”.
La automatización hará posible la ejecución de labores tediosas y mecánicas, que restan mucho tiempo y aportan poco reconocimiento al trabajador; funciones necesarias para la viabilidad empresarial, pero en las que no incurre el análisis o la reflexión y que desmotivan a los trabajadores y los limitan a leer, transcribir y recopilar datos. La IA y los RPA ya pueden acometer muchos de esos procesos, “abriendo un abanico de posibilidades nuevas en el negocio”.
En este contexto, Minsait apunta que la evolución del mercado impone a las empresas “ciertas premisas” si quieren evolucionar y ser competitivas e incide en que una buena gestión de los procesos y operaciones es “clave” para alcanzar la eficiencia. Al respecto, la responsable de Data Science e IA en Minsait, Fátima Galán, señala que es “obvio” que las tramitaciones manuales exigen dedicar un elevado número de recursos a su ejecución, “lo que ralentiza los tiempos de respuesta y perjudica a la productividad”, así como que la automatización y robotización resuelven muchos de esos procesos de ineficiencia a través de la estandarización de procesos y la incorporación de datos y secuencias lógicas.
Pese a las reticencias previas, Minsait resalta que, motivadas por el miedo a la pérdida de puestos de trabajo, la colaboración entre humanos y robots ya no es una moda ni una propuesta de futuro, sino un “imperativo real” para el negocio y un modelo que debe ser adoptado por cualquier empresa que aspire a mejorar su productividad y la experiencia de sus clientes. “La capacidad para hacerse cargo de aquellas tareas automatizables, que restan una gran cantidad de tiempo a los trabajadores, sin interferir en otras que son patrimonio exclusivo del ser humano, por requerir interpretación, juicio o creatividad, los convierte en compañeros de gran valor, haciendo posible por parte de los humanos el desarrollo de habilidades y competencias mucho más atractivas y productivas”, afirma.
Ese trabajador del futuro aumentará su productividad con dedicaciones de mayor valor y generará un nuevo término: el digiworker, según Minsait, que hace referencia a un profesional cualificado que convivirá con un software robotizado y donde sus competencias estarán más orientadas a la dedicación eficiente que a la simple realización de funciones. Las empresas del mañana “deberán proporcionar a sus trabajadores opciones y herramientas con las que sentirse valorados, a través de una estructura que potencie el trabajo en equipo y multifuncional, y donde la agilidad sea un punto clave”, sostiene el jefe de Operaciones Digitales de Minsait, Jose Javier Lainez.
Algunos estudios consideran que por cada robot incorporado a la industria se generarán tres nuevos empleos vinculados a él, desmontando por completo la temida reducción de puestos y encabezando una profunda transformación del mercado de trabajo donde aumentará la demanda de trabajadores con habilidades sociales y emocionales, y nuevas capacidades de adaptación y enriquecimiento personal. El aumento de la productividad, la digitalización de las operaciones, en un contexto cada vez más dependiente de información y datos, y la mejora de la experiencia del cliente son “causas de peso” para justificar una estrategia de robotización por parte de las empresas. “Si a ello se suman trabajadores satisfechos, dedicados a funciones que les gusten y alineados con la transformación del negocio, el éxito estará prácticamente asegurado”, concluye Minsait. - Europa Press