Vitoria - Tan desconocida como tecnológicamente sorprendente. Esa podría ser el punto de partida de WIKO, marca europea dedicada al desarrollo de móviles inteligentes cuya sede para España y Portugal se encuentra en el Parque Tecnológico de Álava desde 2014. Desde entonces, ha experimentado un crecimiento orgánico sostenido que le permite ser en estos momentos la cuarta marca más vendida en el mercado de la telefonía libre de Europa Occidental.
¿Por qué una marca con origen francés (WIKO se fundó en Marsella) asienta en Álava su central para Iberia?
-El proceso de internacionalización de WIKO comenzó en 2012 bajo la fórmula de ir siempre de la mano de un socio local (joint venture), por eso al querer llegar al mercado ibérico buscó un partner al uso y ahí fue donde, por referencias del pasado, surgió la opción de la alavesa SPC, dedica a la electrónica de consumo que y que hoy en día forma parte de la dirección de la empresa en Iberia. Por eso compartimos edificio aquí en el PTA.
¿Qué diría que aporta SPC a WIKO?
-El bagaje de muchos años de experiencia en el campo de la telefonía fija. Creo que esa fue la clave del acuerdo entre ambas partes. WIKO quería el expertisse del mercado. A partir de ahí cohabitamos en las mismas instalaciones y tenemos ese germen inicial común pero operamos como dos empresas distintas.
¿Cuál es la función de la sede que tiene WIKO en Álava?
-No fabricamos smartphones en Álava, aquí nos dedicamos a desarrollar todos los aspectos de la marca, comercialización y servicio para la península. La fabricación se gestiona desde la matriz de WIKO, que los fabrica en China.
¿Entonces cuál es su cometido?
-Todo el trabajo necesario para desarrollar la marca en Iberia. Esto implica a gente vinculada al marketing de producto para definir el portfolio local, un departamento de I+D que precisamente adecua cada software a las particularidades de cada país para garantizar que todos los parámetros funcionan. Personal para el desarrollo de marca para España y Portugal y un servicio técnico propio que es nuestro valor diferencial. En total somos 46 personas ahora.
¿Cuál diría que es el valor diferencial de uno de sus móviles?
-Nuestro objetivo es democratizar la tecnología móvil. Cuando nacimos hace siete años los móviles eran un bien de consumo más caro de lo que es ahora porque las alternativas eran menores, por eso desde el primer momento tuvimos claro que lo queríamos ofrecer era la posibilidad de que cualquier persona pudiese acceder a la última tecnología a un coste razonable. Por eso desarrollamos dispositivos que recuperan esas innovaciones tecnológicas que entendemos que ofrecen un valor absolutamente real al usuario, que por otro lado es lo que nuestros clientes están demandando, y los llevamos a una gama que tradicionalmente no es la suya.
Resulta llamativa la escasa visibilidad de su marca respecto a otras de la competencia. ¿Este asunto es algo que les preocupe?
-Nuestra batalla es ofrecer siempre la mejor calidad-precio, por eso sabemos que los márgenes que nos vamos a dejar por el camino van a ser muy inferiores a los de otras marcas, lo cual implica que nuestros presupuestos publicitarios, por ejemplo, son infinitamente más pequeños. Pero al final se trata de propuestas diferentes y hay que entender que estás jugando una partida con gigantes que además operan en otros segmentos más allá de la telefonía móvil que les permiten contar con un músculo muy importante. Si no eres consciente de ello, la guerra está perdida desde el día uno y para nosotros, desde luego, sería imposible entrar siquiera a esa batalla. Lo tenemos muy claro.
Siguiendo el símil, ¿lo suyo se asemejaría más a una guerra de guerrillas??
-Nuestra apuesta pasa por mantener nuestra cuota de mercado y que la reputación de la marca sea buena. Niveles de notoriedad como los de las grandes marcas nunca jamás los vamos a poder alcanzar porque para eso se requieren unos presupuestos de marketing y publicidad descomunales. Y eso solo está al alcance de muy pocas compañías.
¿Cree que la ‘guerra’ entre EEUU y China a cuenta de Huaiwei les puede beneficiar de alguna forma?
-Para nosotros no es el foco pero qué duda cabe que ese clima de cierta desconfianza y confusión puede ser una oportunidad. En cualquier caso lo abordamos desde la tranquilidad de saber que se trata de un escenario internacional que a nosotros no nos va a afectar porque somos una marca europea.
¿Cómo se cuela uno en el ‘Top 4’ de las marcas de mercado libre en Europa Occidental?
-Siendo conscientes y fieles a nuestro modelo de negocio, que pasa por mantener la misma línea que hasta ahora, donde los resultados están siendo muy buenos con un crecimiento orgánico sostenido y un servicio postventa de altísima calidad. Estos son nuestros dos pilares fundamentales para situar a WIKO, incluso, por delante de muchísimas marcas con una tradición mayor que nosotros en este sector.
¿Quiénes compran sus móviles?
-Somos una marca muy orientada a un público joven que demanda una buena relación-precio (entre 50 euros y 300 euros). Ofrecemos lo que un usuario realmente necesita y prescindimos de innovaciones que encarecen el producto sin añadir un valor real para el usuario.
Y el futuro del sector y el de la nueva generación de smartphones, ¿en qué línea cree que van a ir?
-Los teléfonos no van a ser más pequeños en cuanto a diseño, entre otras cosas porque los que vienen están ya enfocados hacia la tecnología 5G, que va a ser una revolución extraordinaria. Los móviles van a ser aún más el epicentro de nuestras vidas. Fíjese que todos esos dispositivos que de forma autónoma se van a conectar a Internet vas a tener que controlarlos y el dispositivo que te acompaña es el móvil, que va a ser el mando que nos va a permitir controlar muchísimos aspectos de muchos objetos y aparatos que dentro de muy poco serán inteligentes.