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El comité de Bosch teme un cierre programado tras la venta de la fábrica

A los sindicatos les preocupa que los compradores solo quieran la marca Ufesa, “deshaciéndose de la planta”

El comité de Bosch teme un cierre programado tras la venta de la fábricaFoto: Efe

Vitoria - Una treintena de trabajadores de la factoría que la multinacional BSH-Bosch tiene en Vitoria se concentraron ayer frente a la empresa para denunciar la “falta de información” sobre la venta de la planta, en la que temen que se intente un “cierre programado” a los tres años de la venta. La representante de ELA en el comité, Cristina Cid, y el sindicalista de LAB Fernando Mendiola comparecieron ante los medios para explicar la situación actual de los trabajadores y la “ley del silencio” que la multinacional “ha impuesto como única opción con los trabajadores” sobre la venta. Estas circunstancias obligan al comité “a mantener la cautela”, explicó Cid, porque la dirección del grupo “sigue sin cumplir, y ni siquiera firmar, los compromisos adquiridos respecto a las garantías de futuro de la fábrica”, al no convocar la comisión de seguimiento de la venta que les permitiría recibir información puntual sobre el proceso. A ello se ha unido el cese hace menos de dos semanas del director de la planta y la marcha de 21 personas que ocupaban puestos clave en la fabricación “al ver que no se cumplían las promesas de Bosch”, ha agregado Mendiola.

“Las noticias de las que disponemos a día de hoy, que ni la empresa ni el comprador nos confirman, proceden de la prensa, y nos preocupan varios aspectos, porque el principal interés de los compradores podría ser hacerse con la marca Ufesa, deshaciéndose en un futuro cercano de la planta que conduciría a un cierre programado”, advirtió la representante de ELA.

En el acuerdo alcanzado hace 7 meses entre el comité y la empresa se incluía una garantía de carga de trabajo durante 3 años y medio, por lo que los trabajadores temen “que el comprador haga un abandono progresivo de la actividad tras ese periodo de tiempo pactado”, añadió Cid. Por ello, desde el comité reclaman a la empresa que les traslade toda la información sobre ese proceso “y cumpla sus compromisos para que esta fábrica tenga futuro”, mientras que al comprador le piden “un plan industrial a largo plazo que garantice que no se trata de una operación meramente especulativa”, recalcó.

Los 250 trabajadores de Bosch en Vitoria mantienen sus movilizaciones desde marzo del 2017, cuando se anunció la intención de la multinacional de abandonar la línea de centros de planchado que se fabrican en Vitoria, y que ha supuesto una caída de pedidos y ha hecho que 21 empleados abandonen la factoría. - Efe