Limpieza de Bizkaia. A nivel sectorial se trata del convenio más significativo firmado este año, con 12.000 trabajadoras. Los sindicatos UGT, CCOO y LAB han acordado con las dos patronales más representativas un incremento salarial del 3% este año y garantía de mantenimiento del poder de compra los dos siguientes.

Bridgestone. El acuerdo firmado en esta multinacional, con plantas en Usansolo y Basauri, por los sindicatos USO, BUB y UGT presenta un incremento salarial acumulado en cuatro años del 5,45% con garantía de vinculación al IPC.

Grupo Lontana. Con centros de trabajo en Bizkaia y Araba, esta firma industrial ha firmado con el sindicato ELA un convenio con subidas del IPC más el 1,65% en 2017 y el IPC más el 1,5% entre 2018 y 2020. Si, como se prevé, el IPC cierra el año en el entorno del 1,5%, se trata de una subida del 3%.

Pasaban. Esta empresa familiar guipuzcoana, dedicada a la fabricación de maquinaria para el sector del papel y cartón y con más de un centenar de empleados, ha renovado el convenio con subidas del IPC más un punto para el periodo 2017-19.

Terminales Portuarias. El convenio de la empresa de Zierbana incluye una subida salarial del 3% relativa a 2017 y para los dos siguientes ejercicios subidas por encima del IPC, según informó ELA.

Berziklatu (Ortuella). Subidas del IPC más un punto para el periodo 2017-2019, además de incrementos en los pluses.

Tubos Reunidos (Gasteiz). El convenio de la nueva planta incluye un incremento del 2,5% en 2018 y una reducción de jornada de seis horas.

Jean y Chaumont. Empresa industrial de Bergara con 40 trabajadores, que en 2018 ha firmado un incremento salarial del 2% más una paga de 500 euros no consolidable.

Outservico (Bilbao). La delegación bilbaina de esta compañía de servicios ha logrado un acuerdo con mejoras salariales mínimas del 4% y revalorizaciones del 30% para las nóminas más bajas.

vitoria - El deshielo de la negociación colectiva vasca aun está muy lejos, pero algunos convenios empiezan a sentir el calor de la recuperación. Hay un consenso institucional y social favorable a mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores y los sindicatos vascos se han conjurado para que este año quede atrás definitivamente la austeridad salarial. Y, aunque con cuentagotas, están logrando incluir subidas importantes, de hasta el 3% en algunos casos, en un puñado de acuerdos. En el ámbito sectorial destaca la renovación del convenio de limpieza de Bizkaia, mientras que la negociación de empresa sigue siendo más dinámica con incrementos significativos en firmas como Bridgestone, el grupo Lontana o Pasaban.

El alcance de estos convenios renovados es escaso, alrededor de 20.000 trabajadores, pero pueden convertirse en un punto de inflexión de cara a poner fin a la época de vacas flacas en la negociación colectiva. Hay que destacar, además, que muchos de estos buenos convenios se han firmado poniendo fin a un periodo de conflictividad, como resaltó recientemente ELA, lo que pone de relieve que las posturas entre la patronal vasca y los sindicatos siguen muy alejadas.

El ejemplo más nítido es el del metal vizcaino, donde la parte sindical pide un 5% de subida salarial como punto de arranque de la negociación que habría que sumar al IPC más un 3% anual. Este fin de semana, el presidente de la Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM), José Luis López Gil, señalaba en DNA que los metalúrgicos no han perdido poder de compra en los últimos años y que la petición sindical es “una absoluta locura”.

En ese tira y afloja discurren la mayor parte de las negociaciones sectoriales en Euskadi, muchas de las cuales acaban desembocando en la movilización. Así ha ocurrido en otro de los sectores clave de la economía vizcaina como el de oficinas y despachos, que prepara dos nuevas jornadas de huelga para finales de este mes de abril.

En ese contexto de tensas negociaciones y repunte de la conflictividad, puede decirse que las subidas salariales van llegando con cuentagotas. A nivel sectorial el acuerdo más significativo en lo que va de año es el suscrito en Bizkaia en el ámbito de la limpieza por las dos patronales más representativas y por UGT, CCOO y LAB. Protege a casi 12.000 trabajadoras y la renovación, pendiente desde finales de 2014, supone un incremento salarial del 3% este año y la garantía de mantenimiento del poder adquisitivo los dos siguientes, además de otras mejoras relativas a la ultractividad y la inaplicación del convenio.

Los acuerdos sectoriales logrados este año se cuentan con los dedos de una mano, aunque sí hay una subida salarial media más sólida que en ejercicios anteriores. Según el Consejo de Relaciones Laborales (CRL), el incremento medio en febrero era del 2,7%, más de un punto por encima de la cifra de 2017. Un dato que, aunque tenga un alcance real muy limitado, alimenta esa sensación de que la evolución salarial puede estar recobrando un cierto impulso.

empresas industriales También se ha abandonado ya el túnel de la contención salarial en algunas empresas, sobre todo a nivel industrial. ELA dio a conocer la semana pasada la relación de firmas industriales en las que había logrado sellar acuerdos satisfactorios, algunos con subidas de hasta el 3 y el 4%.

Aunque el abanico de incrementos es muy amplio, destacan convenios como el del grupo Lontana, con centros de trabajo en Bizkaia y Araba y unos 200 trabajadores, que ha pactado subidas del IPC más el 1,5% hasta 2020, o el de Pasaban en Tolosa, con más de un centenar de empleados e incrementos del IPC más un punto para tres años.

Otra gran firma industrial, Bridgestone, ha renovado el convenio este año tras una complicada negociación que incluyó una convocatoria de huelga para el periodo 2016-2019 con una mejoría salarial acumulada del 5,45% y el apoyo de los sindicatos USO, UGT y BUB.

Con menor número de trabajadores, ELA ha firmado el convenio de Terminales Portuarias de Zierbana, con un 3% de subida inicial relativa a 2017, el de la nueva planta de Tubos Reunidos en Gasteiz, con un alza del 2,5% en 2018, o el de Jean y Chaumont de Bergara, con el 2% más una paga de 500 euros. En el caso de la delegación bilbaina de Outservico -contrata de Iberdrola para la lectura de contadores-, el sindicato mayoritario ha acordado subir los sueldos más bajos un 30% y el resto un mínimo del 4%.

Son gotas de agua en un desierto con más de 400.000 trabajadores con sus condiciones pendientes de renovar, cifra que se irá reduciendo a lo largo de los próximos meses para cerrar el año en el entorno de los 300.000. Una enorme cantidad de trabajadores vascos que verán cómo un año más su nómina sigue congelada, en muchos casos tras haber sufrido retrocesos durante la crisis, que impide que la media salarial de Euskadi salga del estancamiento.

Además, a la negociación colectiva vasca se le acumulan los problemas después de que la patronal española Feadrs haya impugnado el acuerdo interprofesional de enero de 2017 añadiendo incertidumbre jurídica a los sectores con convenio estatal. El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, insiste en que los salarios deben dar un salto cualitativo y abordará la cuestión con Confebask antes del verano.