BILBAO - Laboral Kutxa obtuvo el año pasado unos beneficios de 121,4 millones de euros y ya se sitúa en los “números precrisis” que sumaban antes de la fusión Caja Laboral e Ipar Kutxa. Los resultados crecieron un 9,1% respecto a 2016 y también mejoraron variables como la morosidad y la solvencia. En el actual contexto de bajos tipos de interés, la recuperación de la economía fue clave en la cuenta de resultados de la cooperativa.
El consumo en los hogares y la actividad empresarial dinamizó el crédito y los ingresos de la entidad financiera por este capítulo. Los préstamos al consumo, las hipotecas y los créditos a la actividad empresarial crecieron en 2017 con los ritmos propios de una economía saneada y Laboral Kutxa avanza en consonancia. Debido a su raíz cooperativista, la entidad no reparte dividendo y podrá aumentar las dotaciones y mejorar su liquidez. Además, continuará apoyando a la economía con instrumentos como Gaztenpresa, la línea de financiación para compañías de nueva creación.
La entidad financiera de la Corporación Mondragón destacó ayer tras presentar sus resultados que más allá de la actividad crediticia, la comercialización de fondos de inversión, planes de previsión, seguros y medios de pago “ha cobrado un papel relevante en la cuenta de resultados de la cooperativa”.
En concreto, los fondos de inversión aumentaron su volumen en un 18,6%, mientras que las aportaciones a los planes de previsión crecieron un 4%, gracias a un incremento del 7,3% de los clientes de estos productos. El negocio de seguros aportó a la entidad unos resultados brutos de 37,5 millones, casi un 18% más. De forma paralela los gastos corrientes bajaron un 2,5%
El total de recursos intermediados por Laboral Kutxa al cierre de 2017 asciende a 21.014 millones de euros, lo que implica un incremento del 5% durante todo el ejercicio. Por contra, el margen de intereses continuó “comprimiéndose” -bajó un 8,8%-, debido a que los tipos de mercado continúan “en cota cero, e incluso negativos”.
El resultado de sumar y restar todas estas cuestiones permitió a la cooperativa de crédito reforzar su posición en el mercado. Los activos dudosos de la cartera crediticia descendieron cerca de un 14% y la tasa de morosidad se situó en el 5,09%, casi tres puntos por debajo de la media del sector en el Estado. Las solvencia total de la entidad alcanza el 18,14 %.
En cuanto a la financiación, en el ámbito de las familias el volumen de crédito hipotecario concedido para la compra de vivienda aumentó un 10% respecto a 2016 y el crédito para el consumo incrementó su volumen en un 4,3 %. En el sector mercantil “el cambio de ciclo ya es un hecho constatable, sobre todo en las empresas de mayor tamaño”. Así el volumen de crédito concedido a las compañísa subió un 12,5% y el saldo de préstamos empresariales aumente un 2,5%. Se trata de la única actividad crediticia que está en esa posición. En el resto se da la circunstancia de que, pese al crecimiento en la concesión de préstamo, el capital amortizado supera las nuevas formalizaciones. - A. Diez Mon