Bilbao - Lleva varios años siendo una de las voces de Pentsionistak Martxan, una plataforma que defiende que un sistema de pensiones vasco es la mejor respuesta a los cambios demográficos y laborales que han laminado los salarios de los jubilados y otros colectivos que cobran prestaciones de la Seguridad Social. Su asociación se ha sumado a las concentraciones ante los ayuntamientos de todo el Estado cada lunes, pero su objetivo es ir mucho más allá.
Ustedes defienden que Euskadi debe tener un sistema de pensiones propio para mejorar las prestaciones.
-En el Estatuto se contempla la transferencia de la gestión de la Seguridad Social a la CAV. Después de casi 40 años, España, una y otra vez, se ha negado a hacerlo. Lo que tenemos claro es que sería mejor que el sistema que tenemos actualmente. Pero aparte de eso, desde Pentsionistak Martxan remarcamos constantemente, y lo hemos hecho también en el Parlamento, que Euskadi, por la estructura económica industrial y social que tiene, debería tener también un sistema propio de pensiones. No se pueden extrapolar todas las realidades sociales de una comunidad a otra. Esto en España es tabú.
¿Se refiere a la caja única?
-Ellos dicen que la caja única no se rompe, la caja única es para ellos la unidad de España. Es el símbolo de la unidad de España y es sagrado. No sabemos por qué tiene que ser sagrado, pero lo es. Nosotros consideramos, y el colegio de economistas del país vasco ha hecho un informe muy serio al respecto, que Euskadi tiene capacidad para hacer frente a un sistema de Seguridad Social propio. Hay quien sistemáticamente dice que gracias a la caja única los pensionistas vascos estamos cobrando. Eso es mentira.
Entonces, ¿se trata de un tema más político que económico?
-Totalmente político. En España esa caja única se defiende como un principio filosófico de la solidaridad entre todos los españoles. Nosotros siempre valoraremos la solidaridad entre todas las gentes, pero no hay por qué confundir solidaridad con la caja única. Y además, si la solidaridad entre todos los españoles es tan sagrada por qué no se aplica también esa solidaridad entre las capas más fuertes y las capas pobres. En España hay muchísima gente que no es solidaria con otros connacionales. En Euskadi también tendríamos ese problema. Hacer un sistema propio de Seguridad Social no quiere decir que si lo consiguiéramos Euskadi no tendría tensiones ni problemas. Ahí hay un problema básico que se da en todos los países más o menos. Y es que hay capas sociales que defienden su propio bienestar de otra forma y si pueden escaquearse de aportar su dinero a la caja común lo harán con satisfacción y con gusto.
¿Su propuesta es que haya una caja de pensiones vascas, pero con la posibilidad de que parte de ese dinero fuera a otras comunidades que pueden necesitar apoyo para pagar sus pensiones?
-Eso habría que verlo después. Hay un principio que en Euskadi no se está aplicando, que el 0,7% de su PIB se dedique a ayudar a otras gentes de fuera. Yo nunca he entendido la patria vasca como nosotros nos arreglamos y los demás allá ellos. Los vascos siempre nos hemos enorgullecido de nuestra solidaridad, que de una u otra forma, aparece en nuestra historia.
En las últimas semanas ha aumentado la presencia del colectivo de pensionistas en la calle, ¿qué les ha llevado a dar ese paso?
-Pentsionistak Martxan lleva mucho tiempo reclamando cuestiones que ahora están cuajando en la población. Por ejemplo, la pensión mínima de 1.080 euros, que reivindicamos aplicando los criterios sociales de Europa. Hemos hecho también hincapié en el deterioro de las pensiones, en el copago... Y en este momento hay un boom con cuestiones que ya se estaban reclamando. Somos prácticamente medio millón de pensionistas en Euskadi y siempre hemos lamentado la pasividad con la que hemos contemplado todo el recorrido de la crisis. El colectivo de pensionistas no hemos estado a la altura de las circunstancias y las dificultades. No se sabe por qué, pero, como aquella primavera de la que surge después Podemos, ahora ha cuajado la movilización porque hay un cabreo inmenso de la gente.
Son muchos años de recortes.
-En Euskadi siempre hemos tenido una especie de vergüenza social, el vasco puede ser pobre, pero intenta disimular su pobreza. Y eso lo seguimos manteniendo ahora, los vascos, antes que pedir la limosna, preferimos apretarnos el cinturón. Y ahora es tanto lo que se ha apretado el cinturón la gente que ya no puede más.
¿Sienten que les están quitando algo que es suyo?
-Claro. La gente está cabreada porque la pensión no es una ayuda social. El grupo de jubilados de la actualidad hemos cotizado un promedio de 40 años y a la caja de las pensiones, y cada vez más la gente se da cuenta de que ese dinero ya lo ha puesto. Nos dicen que estábamos pagando las pensiones de los jubilados de antes y que nosotros lo recibimos de los trabajadores actuales. Sabemos que ha cambiado el escenario, claro. Pero por eso decimos que es el momento del sistema propio vasco. El sistema viejo no funciona por una serie de cambios demográficos, cambios del sistema laboral, de la legislación de las pensiones, es el momento de que vayamos a hacer frente a esta nueva situación, pero desde la base, sin limosnas, sin retoques pequeños. Consideramos que eso sería mucho más posible a nivel de la CAV y Navarra.
Y el Gobierno español, con su presidente al frente, anima a trabajadores y empresas a apostar por los planes de pensiones privados.
-Es el último capítulo que nos está ofertando el PP dentro del neoliberalismo impresionante que estamos sufriendo. Esta gente, en vez de reforzar un sistema de pensiones públicas, que son mucho más rentables y mucho más seguras, están defendiendo los intereses de la gentuza que está en silencio detrás. Que son los bancos y las grandes aseguradoras, que lo que quieren es que la gente acuda a ellos ante el miedo de no tener una pensión pública suficiente en el futuro. Y ahí hay un fraude impresionante. Primero porque ese dinero que pondríamos en manos de esas entidades bancarias y aseguradoras, corre muchísimo riesgo, y porque una proporción muy grande no tiene capacidad de ahorro para hacer esa pensión privada.
¿Están chocando con un muro?
-Esa gente que está en el Gobierno de España, que después cuando termina irá precisamente a ocupar una silla y cobrar varios millones sin hacer nada en esas entidades a las que han favorecido, se ha olvidado totalmente de nosotros. La lucha tiene que ser nuestra, ellos no nos van a salvar. Pero lo que queremos lo tenemos claro, pensión pública y sistema propio de pensiones en Euskadi.