GASTEIZ - Las negociaciones que mantienen jeltzales y socialistas en torno a los retoques fiscales que deben entrar en vigor el próximo año sobrevolaron ayer la presentación del proyecto de Presupuestos de 2018. El consejero de Hacienda y Economía reconoció que las modificaciones tributarias que deben presentar las diputaciones en su parlamentos forales se deben aprobar “cuanto antes” porque, de lo contrario, no será posible lograr el objetivo de que estén en vigor para el inicio de 2018.
Azpiazu admitió que el proceso para la aprobación de una reforma fiscal, que al final no será tan ambiciosa como se preveía, está siendo “largo”. La pelota está en estos momentos en el tejado de los jeltzales y los socialistas, pero no se mueve desde hace semanas. Azpiazu explicó que en estos momentos se están “limando diferencias” entre los partidos, por lo que mostró su deseo de que en un plazo “breve” sea posible aprobar el paquete de modificaciones tributarias, que se centraría en pequeños cambios en IRPF e Impuesto sobre Sociedades, sin bajar el tipo nominal del tributo que grava los beneficios de las empresas, como pretendía el PNV.
Hay tiempo hasta el primer trimestre del próximo año, pero en ese caso las normas entrarían en vigor con carácter retroactivo y las compañías tendrían que diseñar sus presupuestos sin conocer el marco fiscal en el que se moverán. - DNA