Los trabajadores del grupo papelero vasco CEL protagonizaron ayer una marcha a pie entre Zalla y Bilbao para exigir a la administración concursal del grupo la retirada del ERE de extinción presentado por la dirección para despedir a 211 de los 254 empleados de sus plantas en Encartaciones y Artziniaga. “Se acaba el tiempo, estamos en la recta final y si esto no cambia, 300 familias de Enkarterri se queden en la calle”, resaltó el portavoz de los trabajadores, Asier Prado. Los trabajadores se muestran optimistas ante los “pasitos” dados en las negociaciones entre la parte social y los grupos interesados, en las que “se están limando asperezas”, indicó el representante sindical. - Efe