BILBAO - En la economía de libre mercado, los empleos -los puestos de trabajo- los generan las empresas, como bien se encargan de recordar las asociaciones empresariales como Confebak, y para poder reducir la todavía alta tasa de paro en Euskadi se precisa de empresas y estas, en su gran mayoría, las crean personas individuales. Consciente de esta realidad, el Gobierno Vasco ha puesto en marcha un plan para fomentar que los vascos creen empresas y pierdan el miedo a ser empresarios. Este plan incluiría “actualizar” las herramientas fiscales y normativas para “eliminar barreras” al emprendimiento.
Mediante el denominado Plan Interinstitucional de Emprendimiento de Euskadi (PIE 2010), el Ejecutivo vasco quiere facilitar a los ciudadanos vascos el poner en marcha una empresa, según señaló ayer la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, con motivo de la presentación del proyecto en el Parlamento Vasco. La creación de nuevas empresas es fundamental en un territorio que, según Confebask, ha visto como se cerraban más de 7.000 empresas, un 12% del total, en los años de la crisis de 2008 a 2014, desde pequeños negocios individuales a grandes firmas.
Por ello, para facilitar la actividad empresarial y poner en marcha nuevas iniciativas emprendedoras, la consejera Tapia, señaló que es partidaria, entre otros aspectos, de poner al día las herramientas fiscales y normativas para “eliminar barreras” a los emprendedores y hacer de Euskadi una “referencia” en este campo.
El apoyo a las nuevas iniciativas, la simplificación de trámites, la ventanilla única y una fiscalidad favorable son aspectos que destacan la mayoría de emprendedores en las encuestas como elementos claves para facilitar la puesta en marcha de una iniciativa empresarial. Los expertos añaden un punto más, de carácter cultural, y que no es otro que conseguir cambiar la percepción en la sociedad vasca del concepto del fracaso, de forma que una iniciativa empresarial fallida no estigmatice a su promotor de por vida.
Por ello, el citado Plan Interinstitucional de Emprendimiento de Euskadi 2020 aprobado el pasado 27 de junio por el Gobierno Vasco contempla la adopción de medidas en la línea demandada por los aspirantes a emprendedores. El objetivo del PIE 2020 es fijar un marco común de planificación y fijación de prioridades para todas las instituciones vascas que incluyan el emprendimiento entre sus prioridades.
El programa recoge más de 300 acciones diferentes de apoyo al emprendimiento. El presupuesto público vinculado al plan en el presente año asciende a 72,5 millones de euros aunque la previsión presupuestaria del programa hasta 2020 asciende a 295 millones de euros.
Entre los objetivos de la iniciativa se encuentra en primer lugar el fomentar “la cultura y valores emprendedores”, propiciando crear en el conjunto de la población vasca una predisposición positiva “hacia el emprendimiento como opción atractiva de futuro”.
El plan reconoce que la CAV cuenta con personas emprendedoras maduras y capacitadas para emprender, cada vez con menos miedo al fracaso, con una edad media de 39 años que ve en “la oportunidad” el principal motivo para poner en marcha una empresa. Eso, sí, en el plan se reconoce que los vascos con perfil emprendedor no destacan por su grado de ambición, en el sentido de crecer. Fuentes empresariales señalan que ser emprendedor está bien visto de salida pero si tienes éxito y creces te conviertes en un empresario y esta figura no tiene tan buena imagen en la sociedad vasca. También se pretende “reforzar la capacitación del capital humano emprendedor” y propiciar alternativas de acceso a financiación e inversión a proyectos con potencial de futuro.
Presupuesto. El Plan PIE 2020 recoge más de 300 acciones diferentes de apoyo al emprendimiento. El presupuesto público en 2017 es de 72,5 millones de euros. La previsión presupuestaria del programa hasta 2020 asciende a 295 millones de euros.
Objetivos y medidas. Ayudar a crear empresas que generen actividad económica y empleo de calidad. Propiciar una sociedad vasca más emprendedora. Aumentar la capacitación del personal humano. Facilitar el acceso al mercado. Actualizar la fiscalidad para eliminar barreras de entrada. Posicionar al País Vasco como territorio atractivo para emprender.
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compañías vascas han desaparecido durante la crisis, un 12%.