BILBAO - Los propietarios de La Naval tienen previsto nombrar mañana viernes un nuevo consejo de administración “profesionalizado” con el objetivo de “garantizar el futuro y la viabilidad del astillero” durante el concurso de acreedores. Este paso supone dar marcha atrás a la controvertida decisión de nombrar un administrador único, una figura de la que recelaban los sindicatos porque entendían que representaría solo a los dos grandes accionistas y quedarían apartados los que, a su juicio, se han mostrado más activos en la búsqueda de soluciones.

Los dos pesos pesados de la compañía, Ingeteam y Astilleros Murueta, habían convocado la junta de accionistas de mañana precisamente para cambiar el equilibrio de fuerzas en el consejo. El objetivo era darle la vuelta a la anterior modificación, la que se puso al frente a Naviera del Nervión, controlada por Manuel del Dago, para escenificar una toma de control que no se llegó a materializar. La idea inicial era nombrar un administrador único que contribuiría a simplificar la gestión pero también podría acelerar y facilitar la llegada del concurso.

Tanto los accionistas minoritarios como los trabajadores han presionado para bloquear ese movimiento que podría dejar automáticamente fuera de la toma de decisiones a los socios que han mostrado interés por seguir. Fuentes sindicales consultadas por DNA mostraron ayer relativa satisfacción por el nuevo escenario que se abre, que sigue siendo muy oscuro, aunque perciben más margen de maniobra.

El enfrentamiento entre los cinco accionistas -completan la sociedad Iniciativas Navales del Norte y un pequeño paquete de acciones de la antigua dirección- es mayor cada día que pasa y la junta extraordinaria de mañana se prevé caliente.

Oficialmente los accionistas “debatirán” sobre la posibilidad de nombrar un nuevo consejo de administración. El matiz de que no se dé por hecha la aprobación del cambio, sino que la empresa se limite a explicar que se va a hablar de ello, sembró ayer dudas en el comité, que no dará por cierta esta pequeña victoria hasta no tener la confirmación definitiva. Además, los representantes de los trabajadores quieren ser cautelosos hasta conocer el perfil de los nuevos miembros del consejo y lo que se esconde tras el carácter “profesionalizado” que se le quiere dar al nuevo consejo. Un término que estiman “no muy acertado”, porque se aprecia el reconocimiento implícito de que la junta anterior “no era profesional”.

En principio, mañana viernes cesarán los tres consejeros actuales y se nombrará un nuevo órgano de representación accioniarial. Se supone que reflejará el reparto actual de fuerzas, lo que a efectos prácticos permitirá que Ingeteam y Murueta recuperen el control efectivo de la compañía. Su intención, así lo reconocieron las fuentes oficiales de la empresa, es solicitar el concurso de acreedores antes de que venza el plazo del 7 de octubre. Incluso podría darse ya ese paso en la junta extraordinaria de mañana.

Sobre el papel, Naviera del Nervión quedaría en un segundo plano y Del Dago perdería fuerza en el consejo de cara a la presentación de la propuesta con la que intentará reflotar el astillero. Se espera que regrese la próxima semana a Euskadi, aunque su plan saldrá a escena cuando se active el proceso de adjudicación durante el concurso de acreedores.

los efectos del concurso El administrador concursal y el juez serán los encargados de decidir la mejor oferta para hacerse con La Naval. Por ello, el nuevo consejo de administración quedará vacío de contenido muy pronto, de modo que los cambios no tendrán ningún efecto en el proceso de adjudicación.

Sin embargo, de haberse mantenido la decisión de nombrar un administrador único que iba a estar “de parte” de los dos accionistas mayoritarios, según denunciaba el comité, el resto de socios, incluidos los que representan a Del Dago, se habría quedado sin línea directa con los adjudicadores. Técnicamente, el empresario asturiano sería solo uno mas de los posibles candidatos a hacerse con La Naval. Sin que formar parte del consejo suponga un salto sustancial, la situación de partida cambia aunque sea más desde el punto de vista estético y de interlocución y no haya una ventaja real concreta.

La cita de mañana será clave de cara a los siguientes movimientos. La dirección considera que la constitución de un consejo de administración profesional “sería la mejor garantía para lograr” el “objetivo” de “mantener la actividad del astillero” y confía en poder dar ese paso.

El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, afirmó ayer que el Gobierno Vasco, del que forma parte su partido, va a tener que “mojarse, y mucho” con La Naval creando “condiciones” para que “nuevos inversores” se hagan cargo de la compañía. En un entrevista a Radio Popular, Pastor apostó por crear en la Margen Izquierda, “desde el punto de vista urbanístico y económico”, las condiciones “para que esa zona vuelva a ser atractiva para la inversión empresarial”. Además, se refirió al problema por el que atraviesa el astillero y pidió al Gobierno que mueva ficha. Según apuntó, carga de “trabajo existe”, y el astillero “sigue siendo una empresa fiable, con buena imagen internacional y que tiene pedidos importantes”. La administración debe por ello sumar fuerzas.