BILBAO - La sociedad Haizea Wind invertirá unos 37,4 millones de euros en el puerto de Bilbao para producir torres eólicas marinas y otros componentes para exportar al mercado eólico europeo, iniciativa empresarial que implicará la creación de al menos 250 puestos de trabajo. Se espera que la nueva planta empiece a funcionar en el primer trimestre de 2018.

La Autoridad Portuaria de Bilbao (APB), por su parte, invertirá unos 17,6 millones de euros pues asume la construcción de las instalaciones productivas y del área de almacén. Esta inversión se recuperará con las tasas portuarias y el alquiler a largo plazo de las de las instalaciones que utilizará Haizea Wind, empresa que ha conseguido una concesión de 35 años para esta iniciativa industrial.

En total se trata de un proyecto empresarial que representa una inversión total en Euskadi de 55 millones de euros.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Asier Atutxa, destacó la importancia del proyecto en un ámbito “absolutamente estratégico para el país” como es el de la energía eólica, un sector en crecimiento, así como la actividad que puede inducir en las industrias de la zona. Atutxa reconoció que lo importante de esta iniciativa empresarial no es el tonelaje de mercancías, 107.000 toneladas anuales, que pueda aportar al tráfico del puerto vasco pero señaló que sí va a generar sinergias muy importantes en Euskadi’. Este proyecto consolida la industria eólica de montajes en Euskadi pues se suma a otras iniciativas ligadas al puerto vasco de Gamesa, Navacel, Lointek y Vicinay, entre otros.

Haizea Wind está promovida por la firma burgalesa Tecnoaranda y es una iniciativa en la que participan también empresarios alaveses, algunos ligados a la familia Iribecampos, que en su día promoviera Condesa Fabril. También estaría vinculado a este proyecto el entorno del empresario José María Aristrain, ya que en el accionariado de Haizea Wind se encuentra una sociedad administrada por Dámaso Quintana, socio tradicional de Aristrain. Esta persona fue la encargada de explicar ayer el proyecto con motivo del inicio oficial de las obras.

Además este proyecto empresarial cuenta con el respaldo financiero de la sociedad de capital de inversión vasca Ekarpen (participada por Kutxabank, las Administraciones vasca y Mondragon) que aportará 12 millones de euros. Además, Tecnoaranda, en la gestión de este proyecto, habría recibido el apoyo de sus principales clientes (entre ellos Vestas y General Electric) para la instalación de esta planta en el Puerto de Bilbao.

La ubicación productiva de Haizea Wind en los terrenos portuarios responde a la propia especificidad de su producción, ya que se trata de montar grandes piezas metálicas, de 50 metros de largo y unas 400 toneladas de peso, que tienen muy difícil transporte por vías terrestres y que se instalarán en los parques eólicos marinos del norte de Europa.

La parcela en la que asentará, en el muelle AZ2 de la ampliación del puerto vasco, supone una concesión de 77.355 metros cuadrados, en la que se construirán cuatro naves industriales y un edificio de oficinas, con una superficie útil de 47.000 metros cuadrados.

La planta dispondrá de capacidad para fabricar 540 tramos de torres marinas (off-shore) de grandes dimensiones; tres de ellas forman una torre off-shore, además de otras piezas de gran tamaño usadas en los parques eólicos marinos como monopies. La versatilidad de la planta permite, si fuera necesario, fabricar componentes para torres eólicas terrestres. Como materia prima se parte, por un lado, de chapa de acero al carbono entregada directamente desde las acerías cercanas, las bridas, también de acero, y elementos internos eléctricos y mecánicos.

En el arranque la producción anual puede rondar los 180 tramos anuales hasta alcanzar las 540 a velocidad de crucero. Se espera que la planta utilice, entre otras materias primas, 65.000 toneladas de chapa gruesa y 7.500 toneladas de bridas.

El presidente de Haizea Wind, Dámaso Quintana, afirmó que la nueva planta será “la mejor fábrica eólica” europea y un “ejemplo y espejo” en el que mirarse. Quintana resaltó que la ubicación en línea de la infraestructura será “bastante única”, lo que nos aportará una “ventaja competitiva”, respecto a otros fabricantes como Gestamp Sevilla, o los asturianos de Windar.

La consejera vasca de Desarrollo Económico Arantxa Tapia, resaltó que este tipo de proyectos sirven para poder seguir trabajando para que la industria sea “el pilar que sustente la economía vasca”. Tapia señaló que el acompañamiento logístico que requieren estos sectores tiene que resultar igual de “competitivo” que la producción de “puertas adentro”, algo que cobra especial importancia si se tiene en cuenta que “la energía eólica va a ser una de las industrias más relevantes del futuro”.

Rementeria: una buena noticia El diputado general de Bizkaia, Unai Rementería, valoró como una “buena noticia” que Haizea Wind haya elegido el puerto bilbaíno para su planta, porque viene a reforzar el peso que la industria eólica tiene en la zona y viene a sumarse a otros proyectos ya presentes en la zona.

El responsable foral vizcaino recordó que “hace cinco años estábamos muy mal pero, con toda la prudencia necesaria, ahora atravesamos un buen momento y tenemos el viento a favor porque la confianza es el viento que lo mueve todo”. Por último, el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, definió el proyecto como “una de las inversiones más relevantes del Estado en los puertos”.

Inversión. El proyecto sito en el puerto de Bilbao representa una inversión de unos 55 millones de euros. La compañía destinará 37,4 millones de euros y la APB, 17,6 millones de euros para la nave que construirán, tras concurso público, Inbisa (Byco), Construcciones Intxausti y Gaimaz Infraestructuras. La concesión portuaria es por 35 años.

Producción. Con un mínimo de 250 trabajadores, la nueva empresa producirá hasta 180 torres eólicas marinas al año. Las torres de unos 150 metros de altura y hasta 8 metros de diámetro tienen un peso de 1.200 toneladas. Ello aportará al tráfico marítimo de mercancías del puerto vasco unas 107.000 toneladas anuales.

“Trabajar para que la industria siga siendo el pilar de la economía vasca pasa por atender a las empresas que están pasándolo mal” y también por apoyar a proyectos como el de Haizea Wind, señaló Arantxa Tapia.