Bilbao - La recaída de la antigua Fagor Electrodomésticos vuelve a impactar de lleno en la planta de Basauri. Tras la entrada en preconcurso de acreedores, Edesa Industrial paró ayer casi todas sus líneas productivas, incluida la fabricación de termos eléctricos en la localidad vizcaina. Los 40 trabajadores de Basauri entran en un ERE de suspensión que, sumado a los días de vacaciones, se prolongará prácticamente hasta octubre si la situación de la empresa no se endereza antes. El buen rendimiento de la planta vizcaina desde la llegada del grupo CNA en 2014 no ha servido para evitar una parada de la que, por ahora, solo se salva la fábrica de Eskoriatza.

La delicada situación financiera que vive Edesa Industrial, heredera de Fagor Electrodomésticos, con una deuda de unos 100 millones de euros, ha llevado a la firma vasca al preconcurso de acreedores y a la parada de la mayor parte de su producción. CNA controla en Euskadi cuatro plantas, tres de Edesa Industrial -Basauri, Eskoriatza y Arrasate- y Geyser Gastech, ubicada ahora también en Arrasate, con un total de 350 trabajadores. En estos días el grupo catalán solo había desvelado que dejará de fabricar lavadoras poniendo sobre la mesa 30 despidos en Arrasate. En Basauri se respiraba una cierta esperanza de que la división de termos pudiera mantenerse operativa después de que los responsables de CNA hayan reconocido que la fábrica vizcaina viene cosechado buenos resultados.

Pero los números no han terminado de convencer a la dirección del fabricante de electrodomésticos con sede en Barcelona, en la que esta nueva crisis ha precipitado la dimisión del máximo responsable de Edesa Industrial, Francisco Martín. De esta forma, la emblemática fábrica de Basauri vuelve a entrar en el dique seco dos años después de regresar a la actividad tras el amago de cierre que generó la quiebra de Fagor en 2013. Los planes de expansión de producción y plantilla que tenía CNA para Basauri entran en vía muerta a la espera de saber si la firma sale finalmente del preconcurso.

Según explicó un portavoz del comité de empresa, los 40 trabajadores de Edesa-Basauri no fueron ayer a trabajar después de que la dirección haya incluido a la fábrica vizcaina en el ERE de suspensión que se activó hasta finales de octubre. El expediente habilita la suspensión de empleo durante treinta jornadas dentro de ese plazo, lo que sumado a los días de vacaciones ampliaría la parada hasta finales de septiembre o principios de octubre. En todo caso, como señalan los sindicatos si la situación económica de la empresa mejora la actividad podría reanudarse antes. En caso contrario, CNA tendría que presentar un nuevo ERE para alargar la suspensión.

Por ahora la dirección no quiere dar plazos ni aclara qué líneas eliminará dentro del plan de viabilidad que va a presentar este mes. La explicación que da CNA a la parada de la actividad es que no hay dinero para asumir el coste de los materiales para trabajar, por lo que la decisión que se toma ahora en Basauri no tiene por qué suponer un avance de su cierre definitivo.

Como la planta vizcaina, entran en suspensión la de Garagartza, en Arrasate, donde se fabrican lavadoras, hornos y cocinas, y parte de Geyser. Solo se sigue trabajando, y de forma provisional, en Eskoriatza, que fabrica ollas a presión, y de forma parcial en Geyser, que hace calentadores a gas. También queda algo de personal en oficinas y en el área comercial.

Ante la incertidumbre que viven las cuatro plantas, los trabajadores anunciarán mañana movilizaciones para reclamar a CNA un plan industrial de futuro que no conlleve despidos.

De la alegría al drama. La antigua Edesa se vio precipitada a la quiebra con el resto de Fagor Electrodomésticos en el otoño de 2013. Entonces tenía 240 trabajadores, que pronto recibieron la buena noticia de que la Diputación de Bizkaia, entonces controlada por José Luis Bilbao, iba a avalar la continuidad de la actividad. De la alegría se pasó al drama en unos días al anunciar Fagor que no sacaría a Edesa del concurso de acreedores, con lo que la operación de la Diputación se volvía inviable.

Reapertura. Tras la llegada de CNA Group, la fábrica reinició la actividad en marzo de 2015 con una veintena de trabajadores. Parte de los antiguos empleados fueron recolocados en otras firmas de la Corporación Mondragón. Los buenos resultados de la división de termos han hecho que la plantilla de Basauri se haya duplicado en dos años.

Nueva recaída. Cuando parecía que el horizonte volvía a lucir despejado en la fábrica, la entrada en preconcurso de Edesa Industrial da paso a una nueva parada que en principio se prolongará al menos hasta octubre. CNA prevé dar a conocer a finales de mes qué divisiones del grupo vasco pretende suprimir.