donostia - La digitalización de la economía es un hecho que cada vez adquiere mayores proporciones. Su generalización, en mayor o menor medida, sitúa al tejido empresarial ante unos nuevos retos que el director de desarrollo de negocio de la división ICT de Tecnalia, José Luis Calleja, expuso recientemente durante la celebración del congreso Donostia Tech Week en la capital guipuzcoana.
Ante la irrupción de los procesos de digitalización en el ámbito económico, ¿las empresas vascas padecen una obsolescencia tecnológica?
-Yo creo que Euskadi es una región innovadora y puntera. Por mi responsabilidad, viajo mucho al resto del Estado y otros países del mundo, y veo que, desde el punto de vista tecnológico, Euskadi es muy competitiva y despunta.
Partiendo de esa buena base, ¿cuáles son los principales retos tecnológicos que afronta?
-Son tres: la analítica de datos, la servitización y la ciberseguridad. Respecto al primero de ellos, debemos entender la analítica como un concepto asociado a la optimización de la actividad o a la inteligencia, es decir, se trata de procesar mucha información con el objetivo de inferir un conocimiento que nos permitirá predecir el futuro. A partir de ahí, estaremos mejor preparados siempre que lo apliquemos a cualquier proceso de negocio. Por otro lado está la servitización, un paradigma imparable que consiste en convertir el producto en servicio.
¿Cómo se servitiza en el mundo digital?
-Las tecnologías de la información son un habilitador para esa conversión. De hecho, pienso que el mundo físico se está servitizando gracias a la digitalización de sus procesos de negocio. Por poner un ejemplo, antes una persona entraba a una tienda, compraba o no, y no existía más vínculo. Ahora, Amazon es la tienda más importante del mundo y se vale para ello de las TIC porque personaliza tu experiencia de venta, el marketing es dirigido, con lo que crea un canal directo. La digitalización es una herramienta al servicio de la servitización, entendido como un proceso de transformación.
El tercer reto hace referencia a los ataques cibernéticos. ¿Qué características deberían reunir los centros de ciberseguridad que plantean el Gobierno Vasco y la Diputación de Gipuzkoa?
-Un centro de este tipo desde mi punto de vista debe tener servicios que ayuden a las empresas a concienciarse, a protegerse y a resolver un problema en caso de haber sido atacados. Son servicios vinculados a la transferencia de conocimiento para estar mejor prevenido ante cualquier tipo de ataque y dar una respuesta a los problemas cuando el ataque ocurra. Es un servicio muy importante relacionado con la concienciación, con la protección de la información y de la propia economía, y hará más competitivas a las empresas.
¿En qué situación se encuentra el tejido empresarial vasco para hacer frente a estos retos?
-Yo veo a las empresas en una situación desigual, algunas disponen de estos conocimientos y otras no. El caso de la industria 4.0 es un referente claro, porque si las empresas de este sector no incorporan estas tecnologías perderán capacidad competitiva al tener mayores costes energéticos, unos productos sin tanta calidad, etc. Las compañías del sector retail, del sector ocio y turismo o del sector de la educación están en una posición diferente, pero tienen que desarrollar esas capacidades, y si no las tienen, tendrán que comprarlas o aliarse a empresas que les puedan proveer. Hay una frase que dice “sea cual sea tu negocio, será digital”. Es algo de lo que no vamos a escapar nadie.
¿Tecnalia también observa una carencia de perfiles profesionales cualificados?
-Sí, el sector TIC tiene mucha demanda de perfiles profesionales que no encuentra y yo creo que eso es una responsabilidad de todos, cada uno ejerciéndola desde el papel que ocupa. Por parte de la Administración pública, desarrollando productos, proyectos, plataformas formativas, etc. También las universidades y los centros tecnológicos tenemos nuestra responsabilidad. Creo que es una cuestión de todos, como creo que estamos en el camino de poder conseguirlo porque, además, el conocimiento conforme avanza el tiempo necesita ser desarrollado y renovado, es un proceso de esfuerzo y de mejora continua.