BILBAO - La cita “más importante del año” para Cebek, su asamblea general, estuvo marcada por el debate sobre la fiscalidad. Su presidente, recién reelegido, apostó por mantener abierto ese frente en presencia de la consejera vasca de Desarrollo Económico, del consejero de Hacienda y del máximo responsable de la Hacienda vizcaina. Arantxa Tapia, Pedro Azpiazu y José María Iruarrizaga eran -al margen del alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto- los máximos representantes institucionales en la asamblea.

A ellos se refirió Iñaki Garcinuño cuando les trasladó su punto de vista sobre el debate fiscal que están abordando las tres diputaciones con el Gobierno Vasco como supervisor que vela por evitar la desarmonización entre las haciendas forales de la CAV. El presidente de la Confederación Empresarial de Bizkaia advirtió de que la fiscalidad no debe servir solo para “cuadrar el Presupuesto de una Administración”. Por ello, exigió “un debate” basado en “datos objetivos” y con una “visión mucho más profunda que la mera cuestión recaudatoria”.

negociación colectiva Garcinuño agradeció la presencia por primera vez de representantes de CCOO y UGT de Euskadi en la asamblea de Cebek, un gesto de normalización que alineó con el acuerdo interconfederal firmado hace unos meses, por la patronal y todos los sindicatos.

En ese campo, abogó por la “modernización de las relaciones laborales”. “No soy optimista, pero tenemos que movernos también en este ámbito”, afirmó en referencia al bloqueo de la negociación colectiva. Garcinuño aseguró que la creación de empleo “no es una decisión discrecional de la empresa, sino que viene motivada por una necesidad, proyecto o causa determinada” y defendió que los empresarios quieren pagar “salarios decentes y dignos”. “Lo que ocurre es que las condiciones, salariales y laborales, no las decide en el fondo la empresa, sino que las decide el cliente, sus pedidos, sus precios, la competencia, la rigidez de los convenios y la disposición de las plantillas y sus representantes”, matizó. - A.D.M.