bilbao - ELA afronta el Primero de Mayo en un contexto marcado por sus últimos encontronazos con el PNV. Su secretario general, Adolfo Txiki Muñoz, presentó ayer las manifestaciones que organizará el lunes el sindicato en Bilbao e Iruñea, marchas en las que serán protagonistas las trabajadoras de las residencias vizcaínas, en huelga desde hace más de un año. Muñoz volvió a cargar contra el PNV por su posible apoyo al PP en los presupuestos españoles y defendió la legitimidad de su organización para hacer críticas políticas. “Nos la hemos ganado a pulso”, advirtió.

El secretario general de ELA estuvo acompañado por varias trabajadoras de residencias en la presentación de los actos del Primero de Mayo, una cita de raíces históricas que, un año más, los sindicatos vascos celebrarán en distintos bloques. Como ha ocurrido en los últimos cinco años, en 2017 ELA organizará sus manifestaciones en solitario -en 2011 lo hizo con LAB-, en concreto una por la Gran Vía de Bilbao y otra en la Plaza de la Cruz de la capital navarra. En esas marchas, el primer sindicato vasco volverá a reivindicar su autonomía tanto económica como política, y en este sentido lanzó ayer un mensaje claro al PNV después de que el líder de este partido, Andoni Ortuzar, tendiese una mano al sindicato en el pasado Aberri Eguna y le propusiera abrir una etapa de colaboración. “No vamos a condicionar nunca las relaciones con un partido o un gobierno a relaciones clientelares”, dijo Muñoz.

El sindicalista alavés aseguró que quiere unas relaciones “normalizadas” con los partidos políticos pero volvió a criticar a los jeltzales ante la posibilidad de que el PNV pueda acabar dando su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado del PP, un partido con una “corrupción sistémica” y que actúa “como una mafia”. Además, Muñoz recordó que desde Confebask se ha pedido el apoyo por parte de los nacionalistas a las cuentas españolas, “y no hemos escuchado a ningún dirigente político dirigirse a la patronal como se han dirigido a nosotros”, afeó.

“El sindicato desempeña un papel en la crítica social que el Gobierno vasco y los partidos del Gobierno no aceptan”, afirmó Muñoz.

En este sentido, el sindicalista destacó “el valor inmenso” que tiene contar con “autonomía plena” a nivel financiero y político. “Nos lo hemos ganado a pulso. Es lo que nos da el derecho y la obligación de defender sin ningún tipo de cortapisa, sin que nadie desde fuera le diga al sindicato qué tiene que hacer”, dijo.

Frente al palacio foral El propio conflicto de residencias vizcaínas, que ocupará un lugar protagonista en la manifestación del próximo lunes, ha enturbiado aun más la relación entre ELA y la Diputación Foral de Bizkaia gobernada por el PNV. La manifestación de Bilbao concluirá precisamente frente al palacio foral de Gran Vía para “señalar quién tiene la responsabilidad política en el conflicto” de las residencias.

El dirigente sindical negó que ELA esté haciendo una huelga política contra ninguna institución y criticó que esos mensajes “se oían en otro tiempo y se corresponden con el tiempo de dictadura”, dijo sobre las acusaciones del diputado general, Unai Rementeria. “Nosotros no nos inventamos los problemas, señor diputado general”, incidió Muñoz.