Bruselas - Casi la cuarta parte de los hijos de trabajadores en España está en riesgo de pobreza, el mayor porcentaje de toda la Unión Europea, según un informe publicado por el Ejecutivo comunitario, que evalúa la situación económica de los estados y las reformas e identifica los principales retos a abordar.
El documento explica que la pobreza infantil sigue siendo alta en España “sobre todo por la situación laboral de los padres y el débil apoyo a las familias”. Las debilidades en las políticas activas y sociales en el país dificultan una rápida reducción de la pobreza y, pese a que el riesgo de pobreza o exclusión social empezó a caer en 2015, “sigue muy alto, especialmente para los niños”, añade.
Además, la pobreza entre la población que trabaja todavía aumentó en 2014, según el informe, que explica que afecta sobre todo a las personas con contratos temporales o que trabajan a tiempo parcial. El riesgo de vivir en la pobreza, según la Comisión, afecta en particular a las familias monoparentales (39,5%) y refleja también el escaso apoyo familiar, al constatar que en 2013 en España el gasto familiar por niño representaba el 7,6% del PIB per cápita, frente al 13% de media en la Unión.
El estudio agrega que la “limitada cobertura de los beneficios sociales” y la falta de coordinación entre los servicios de empleo y sociales “dejan a muchos desempleados sin apoyo en sus esfuerzos para volver a entrar en el mercado laboral”.
Bruselas constata también que los regímenes de apoyo a los ingresos “tienen una cobertura y efectividad limitada”. Aunque la cobertura de las prestaciones de desempleo es similar a la media europea, solo el 61% de los parados en situación desfavorecida recibe ayuda económica, frente al 80% en la UE. Según la CE, “la fragmentación y las grandes disparidades regionales” en los esquemas para garantizar unos ingresos “podrían explicar su baja efectividad media”, así como el coste de la energía, que pesa sobre algunas categorías de hogares desfavorecidos.
aumento de la luz En 2015 el peso de los costes de la energía para los hogares empezó a disminuir, tras el fuerte incremento entre 2008 y 2014. Pero siguió incrementándose en el caso de los hogares con ingresos más bajos y con niños, ya que uno de cada cuatro todavía experimentó dificultades a la hora de pagar las facturas.
El informe destaca, por otra parte, que el mercado laboral ha seguido mejorando en España, pero que “el desempleo y la segmentación siguen siendo retos importantes”. Casi la mitad de los parados lleva más de un año sin trabajar (2,1 millones de personas), según la CE, que añade que se espera que los salarios aumenten, en línea con la gradual subida de la inflación, “lo que puede afectar a la creación de empleo”.
Las medidas aplicadas para mejorar el apoyo a los parados de larga duración “todavía no han ayudado de manera significativa a mejorar el apoyo individual” a ese colectivo, según el informe.
El éxito del nuevo plan que el Gobierno español puso en marcha el pasado año para ayudar a esos parados dependerá de la capacidad de los servicios públicos de empleo regionales y de la financiación que reciba la iniciativa. El informe critica también que la temporalidad de los contratos siga siendo “muy alta” y alerta de que el amplio uso de esos contratos puede dañar a la productividad, además de subrayar que los incentivos para la contratación “no siempre están bien dirigidos”. - Efe