sestao - Superada la tormenta, la ACB mira con optimismo al futuro. El traslado de la unidad de I+D de ArcelorMittal a las instalaciones de Sestao pueda dar el empujón definitivo que necesita la fábrica para garantizar su supervivencia. La multinacional destinará a este centro de investigación 10 millones al año al menos hasta 2020, incluyendo la aplicación de los resultados al proceso productivo. El objetivo es convertir la ACB en una planta especializada en acero de alto valor añadido para consolidarla en números positivos a la vez que se incrementa la producción.
Hoy mismo está prevista una reunión entre la dirección de la fábrica y el comité para acordar las nuevas condiciones de trabajo. Tras más de medio año parada, la ACB retomó la producción en septiembre a bajas revoluciones, apenas 12.000 toneladas repartidas en tres fines de semana cada mes. El nuevo sistema ha dado buenos resultados y, como confirmó ayer la multinacional, en la parte final del año se dejaron atrás los números rojos. Así, en febrero se va a elevar la producción hasta las 30.000 toneladas con los hornos encendidos los cuatro fines de semana del mes y un aumento de plantilla de entre 35 y 45 personas. También se baraja la opción de trabajar algunas noches entre semana aprovechando el menor coste de la energía, aunque el plan final dependerá de la negociación con los sindicatos. En todo caso, si no hay acuerdo hoy la empresa podría poner en marcha el nuevo sistema como crea conveniente.
“Después de un año en una situación complicada, se abrió la planta y se han dado pasos adelante con el objetivo de contar con una producción cada vez mayor y de mayor calidad”, valoró la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, en la puesta de largo oficial del nuevo centro de I+D de Sestao.
Unas instalaciones ubicadas justo al lado de la línea de producción para asegurar que los resultados se ponen en práctica lo más rápido posible. Ese es el sentido de trasladar la unidad de I+D desde el parque tecnológico de Zamudio a Sestao, lograr que la ACB se convierta en una de las fábricas punteras a nivel tecnológico de Mittal. El traslado, anunciado el pasado verano en un contexto de incertidumbre en el que se especulaba sobre el posible cierre definitivo de la acería, fue visto como un gesto de buena voluntad por parte de la multinacional en su compromiso con la ACB.
Según explicó ayer el responsable de productos planos de ArcelorMittal, José Manuel Arias, el traslado supone “una oportunidad de reaccionar rápidamente a las necesidades de la planta”. “Tenemos el centro en la propia planta de forma que es muy fácil que pasemos de la idea a la realidad y podamos comprobar industrialmente que la idea es factible. Esperamos que esa rapidez nos haga obtener beneficios”, dijo Arias.
La multinacional tiene previsto destinar 10 millones a I+D al año dentro de su plan hasta 2020, aunque en esa partida se incluyen, además de el gasto en las investigaciones, la aplicación del conocimiento al proceso productivo con las correspondientes inversiones en instalaciones y maquinaria.
Como explicó Arias, se llevarán a cabo “procesos rupturistas” que marquen la diferencia con otras plantas para configurar aceros de calidad que irán enfocados al mercado de automoción y a la máquina herramienta. El centro de I+D cuenta con 15 profesionales y dará servicio principalmente a la ACB, aunque las conclusiones servirán para el resto de plantas de la CAV -tras el cierre de Zumarraga quedan, además de Sestao, las de Bergara, Olaberria y Etxebarri-. La fábrica de Ezkerraldea se convertirá así en uno de los referentes de la multinacional en el sur de Europa.
ayudas públicas La empresa no dio pistas ayer sobre la cantidad que tiene previsto obtener de las instituciones, cuestión que generó un cierto enfrentamiento entre la multinacional y el Gobierno Vasco antes de la reapertura. La compañía llegó a poner sobre la mesa la cifra de 15 millones de euros sumando los incentivos a la I+D, en formación y a la eficiencia energética, además de una serie de peticiones expresas que alcanzaban incluso el ámbito de la seguridad.
Sobre esta cuestión, Tapia recordó que ayer mismo se aprobó la convocatoria de ayudas de 2017 para I+D+i, a la que Mittal debe acceder en “concurrencia competitiva” con el resto de industrias. La cantidad que reciba dependerá de la “valoración del proyecto” y de su nivel de actividad y empleo, si bien el Ejecutivo ya fijó el tope máximo que puede recibir la acería en el 25% de su inversión total.
Tapia indicó que, además de poner en marcha estas ayudas, Lakua seguirá presionando en Bruselas para conseguir medidas antidumping eficientes para la siderurgia y se volverá a reunir con el Ejecutivo español para abaratar el precio de la energía.