BILBAO - La apuesta del Gobierno Vasco por la industria como motor generador de riqueza y empleo se ratificó ayer de nuevo con la visita del lehendakari, Iñigo Urkullu, a la planta que la empresa Bombardier, un fabricante de material de propulsión para ferrocarriles, tiene en la localidad vasca de Trápaga. Urkullu se reafirmó en “la apuesta de Euskadi por la estabilidad” ya que es “una condición necesaria para generar confianza, inversión y crecimiento económico”. Y estos elementos sirven para impulsa la industria, el empleo y la economía real.
Urkullu acudió a las instalaciones de Bombardier, acompañado, entre otros, de la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad en funciones, Arantxa Tapia, y fue recibido por el presidente de Bombardier España. Alvaro Rengifo, y la directora de la planta vasca sita en tierras vizcainas, Nieves Sáez.
Ante los directivos de la compañía fabricante de material ferroviario, Urkullu manifestó el apoyo del Ejecutivo a la industria, con especial atención en “los ámbitos de la innovación, tecnología y la internacionalizacion”, a la vez que destacó que esta industria es, a su vez, “motor del conjunto de los servicios avanzados y de la economía productiva real”. En opinión de Iñigo Urkullu la citada estabilidad y el apoyo a la economía productiva “son las bases para seguir creciendo y generando oportunidades de empleo”.
Un elemento clave para la competitividad de una empresa es la cualificación de sus trabajadores y en este sentido valoró la labor realidad por el grupo de Quebec en Euskadi.
En concreto, el lehendakari Urkullu destacó la participación de Bombardier en los programas de formación especializada y formación profesional (FP) dual, que son la “vía” para ofrecer una primera experiencia laboral práctica a los jóvenes y garantizar empleos de mayor calidad, según indicó.
Por otra parte, recordó, la tradicional colaboración institucional, y la concertación público-privada del “modelo vasco” y reiteró su apuesta por la industria y la economía real”. “Seguiremos apoyando la tecnología e innovación para generar empleo”, señaló.
La planta que el grupo canadiense Bombardier tiene en Trápaga desde 2001, herencia de la antigua General Electrica, cuenta con una plantilla de 180 trabajadores y se dedica a diseñar, ensamblar y suministrar sistemas de propulsión y tracción eléctrica para cualquier tipo de aplicación ferroviaria. Desde esta planta se suministran algunos de los sistemas de propulsión que equipan las unidades de Metro de Madrid, Metro de Bilbao, los trenes de Cercanías y Alta Velocidad de España y también de Europa.
La empresa motoriza desde esta planta unidades ferroviarias para los mercados de España, Portugal, Italia y Latinomérica, incluído México. De hecho, Bombardier Trapaga ha sido la encargada de producir los motores del tren italiano de alta velocidad Zefiro, el más rápido en servicio en Europa, construido por Bombardier en colaboración con Ansaldo Breda.