El Gobierno Vasco reiteró ayer que la venta por parte de Gerdau de su filial Sidenor al equipo directivo de la firma que encabeza José Antonio Jainaga es “una noticia excelente” desde el punto de vista económico e hizo hincapié en que “da estabilidad” a la actividad siderúrgica en un momento de dificultad en el que varias plantas de este sector están en riesgo de cierre.
El mismo viernes, cuando se dio a conocer la operación, el departamento de Desarrollo Económico del Ejecutivo vasco, así como la Diputación Foral de Bizkaia, celebraron que haya sido un grupo de empresarios vascos los que se han hecho con el control de la empresa, hasta ahora en manos de capital brasileño. La transacción supone que el centro de decisión de Sidenor regresa a Euskadi tras permanecer once años en Brasil, algo muy importante para el futuro de la actividad en un momento en el que se pone en duda el compromiso de ciertas multinacionales con la actividad y el empleo del lugar donde sitúan sus centros productivos.
Ayer el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, se refirió en Donostia a la operación celebrando que “el compromiso de inversión viene de la mano de una serie de inversores de referencia y de larga trayectoria en Euskadi”, indicó Erkoreka, para el que el grupo que encabeza Jainaga que “transmite confianza en lo que se refiere al arraigo del sector aquí y en el compromiso con Euskadi”, afirmó.
Erkoreka subrayó que la adquisición, que en principio se llevará a cabo por 155 millones de euros -podrían llegar a ser 200- “aporta estabilidad” a la actividad siderúrgica en unas circunstancias “delicadas” para el sector del acero en toda Europa y también en Euskadi. “El hecho de que aquí alguien se comprometa a mantener la actividad en el País Vasco, siendo un inversor de referencia y comprometido con Euskadi hay que valorarlo y aplaudirlo”, dijo.