donostia - El director general de Elkargi, Marco Pineda, considera que la fusión de su compañía con la otra sociedad de garantía recíproca de Euskadi, Oinarri, es un “proyecto de país”. En una entrevista publicada por Noticias de Gipuzkoa en su edición de hoy, Pineda admite que están en marcha conversaciones para una integración de estructuras y destaca que el resultado final, que podría cristalizar a finales de año, será un resorte clave para el conjunto del tejido productivo vasco. “Ante un entorno tan cambiante en el que la financiación es un campo que hay que fortalecer, necesitamos contar con instrumentos financieros sólidos que nos permitan tener empresas mucho más robustas para afrontar los retos del futuro”, asegura.

No hay plazos, ni prisas para la concertación y sus protagonistas juzgan necesario además mantener el proceso fuera del foco de la opinión pública: “Estamos trabajando con Oinarri de forma activa, pero con discreción. No tenemos una hoja de ruta clara porque al ser un proyecto de país cada paso que demos debe ser firme. En eso no tenemos prisas”, subraya Marco Pineda. El compromiso de cara a sumar fuerzas es firme y se “avanza” en la alianza sin un horizonte concreto para la convergencia, pero “sin fecha de caducidad”.

A la pregunta de si queda mucho camino por recorrer, Pineda responde que llevan “meses trabajando” y que es “necesario que cualquier paso que se dé sea robusto”. Esa dinámica “obliga” a ambas partes a ser “más reflexivos y a profundizar más en las condiciones que se plantean”. De momento no hay nada escrito, y cuestiones como el tamaño -Elkargi es cuatro veces más grande que Oinarri- están en un segundo plano.

herramientas para las empresas “Lo primero que hay que pensar es en el bien común y que es un proyecto de país. En segundo lugar, si queremos tener instrumentos y entidades más fuertes tenemos que ver el impacto que tiene una posible integración y sacar las potencialidades de cada una de las organizaciones para ponerlas al servicio de ese bien común. Con independencia del tamaño estamos analizando la posible complementariedad de ambas organizaciones que tienen una experiencia de 36 años, en el caso de Elkargi, y de veinte en el de Oinarri”, destaca Pineda en la entrevista.

Tampoco se está encauzando el proyecto de fusión en función del volumen que gestionará la sociedad resultante, en torno al 26% de la cuota de actividad de las sociedades de garantía recíproca en el conjunto del Estado. “Estamos analizando la conveniencia de la posible integración para las dos sociedades de garantía y, en definitiva, para el tejido productivo que es para quienes trabajamos”, declara.

En relación a la necesidad de dotar a las empresas de nuevas herramientas de financiación y al plan de inversiones estratégicas que diseña el Gobierno vasco y cuya puesta en marcha está prevista para este año, Pineda se muestra favorable y afirma que ese tipo de iniciativas contribuye a evitar que las decisiones estratégicas de las empresas se tomen fuera de Euskal Herria.

“Existe una necesidad de aumentar la capitalización de las empresas que, como consecuencia de la crisis, se ha visto deteriorada y que, en algunos casos, podría hacer vulnerable su sostenibilidad y crecimiento. La existencia de instrumentos financieros propios, además de favorecer el mantenimiento de los centros de decisión, puede hacer frente a la descapitalización que todavía existe en las empresas por la crisis. Tanto o más como trabajar por la atracción de capital, tenemos la necesidad de generar instrumentos financieros que potencien y fortalezcan el arraigo. Ya que unas empresas bien estructuradas financieramente, son empresas mucho más fuertes y más sólidas en la generación de riqueza, empleo y bienestar social”, subraya en la entrevista publicada en la cabecera guipuzcoana de Grupo Noticias.

En cuanto al papel de la SGR en esa nueva iniciativa, Pineda puso su experiencia al servicio del Gobierno y del Instituto Vasco de Finanzas, que están perfilando el fondo. “Elkargi es un agente que, desde la importancia que otorga a la colaboración público-privada, históricamente ha participado en el diseño de nuevos instrumentos financieros. Ahora, también se brinda a colaborar, si fuera preciso, en el diseño y desarrollo de nuevas herramientas. De hecho mantenemos contactos de forma continua con todos los agentes públicos del país para profundizar en esa línea. Adicionalmente podemos tener una mayor capacidad de financiación a la innovación y a los emprendedores, como consecuencia del reciente acuerdo con el Fondo Europeo de Inversiones, que aumenta nuestro músculo para tal fin”.