BILBAO - Un estudio de la Universidad de Deusto revela que el precio de la energía para las industrias españolas ha aumentado en los últimos quince años un 19% más que el precio de los productos que ofrecen. El estudio, presentado ayer, ha sido redactado por investigadores de la Cátedra de Energía de Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad, que han analizado el impacto de los precios de la energía sobre la competitividad de la industria vasca y española.

El País Vasco tiene además un problema específico relacionado con algunas tarifas de las redes de alta tensión, por lo que la industria intensiva en energía, y en especial eléctrica, se encuentra en una peor posición competitiva que sus competidores internacionales, e incluso que los del resto del Estado. De hecho, el coste energético es una de las causas del cierre de la ACB de Sestao.

En el estudio se han examinado sectores intensivos en energía, como son la siderurgia, el vidrio, el papel, el cemento, la madera, la química y el caucho, entre 2000 y 2015, periodo en el que el precio de la electricidad, del gas y de otros combustibles ha aumentado de manera continuada. Como media, el precio de la energía ha aumentado un 19% más que el precio de los productos. Esta cifra contrasta especialmente con la realidad de otros países como Francia, donde el aumento ha sido del 9%, o Alemania, con un 3%.

Por sectores, el de Tubos ha sido el más afectado, ya que ha sufrido un aumento del 30% en el coste energético respecto al precio del producto; la subida en el resto de sectores la encabeza la siderurgia (23%); cemento y pasta papelera (21%) y vidrio (18 %), y los que menos han sufrido la subida son química y caucho, con un 12%.

factor de competitividad La conclusión es que el precio de la energía es determinante en la competitividad de algunas industrias que se sitúan en posiciones desfavorables frente a sus competidores de otros países como Italia, Alemania o Francia. El aumento en el precio de la energía al que tienen que hacer frente las industrias vascas y españolas no repercute en las ventas, lo que genera una importante desventaja comparativa en costes.

El informe resalta que a pesar del alto coste energético, la actividad exportadora está aumentando en la mayoría de los sectores, salvo la madera, lo que refleja los esfuerzos que realizan muchas empresas para compensar la caída del mercado interior y el impacto de la factura energética con otro tipo de medidas que les permitan seguir siendo competitivas. - Efe