MADRID - El proyecto vasco de innovación para diseñar una nueva subestación eléctrica para instalar en los futuros parques eólicos marinos, conocido como Marin-el, ha sido testado esta semana en el canal de ensayos de la Escuela de Ingenieros Navales de Madrid. Se trata de una iniciativa desarrollada por la filial de ingeniería del grupo vasco Iberdrola con el apoyo del Gobierno Vasco, y la participación, entre otros, del centro tecnológico Tecnalia, y de las principales empresas vascas fabricantes de equipos eléctricos, caso de Ingeteam, Ormazabal, Arteche e Incoesa, así como del astillero de La Naval.

Se trata de crear un nuevo tipo de subestación eléctrica marina autoinstalable capaz de reducir los costes de instalación y transporte y adaptarse a distintas profundidades y tipologías de fondos marinos. Este diseño, según el coordinador Ignacio Pantojo, de Iberdrola, también persigue optimizar de forma considerable los equipos eléctricos y reducir tanto el tamaño como el peso del conjunto de la subestación.

Con un presupuesto de 10 millones de euros, el proyecto ha sido impulsado por el Ejecutivo vasco y en el mismo participa un grupo de empresas vascas de referencia en el sector naval y renovable.

El criterio principal para la selección de la opción de subestación eléctrica autoinstalable ha sido la eliminación o, al menos, la reducción de la necesidad del uso de buques especializados de instalación con grúas de grandes dimensiones. Estos barcos condicionan hoy, de manera muy significativa, el presupuesto y el programa de instalación de una subestación para parques eólicos offshore. La subestación eléctrica que se está diseñando por un equipo liderado por Iberdrola será capaz de evacuar la energía eléctrica de un parque eólico offshore hasta 500 MW con una reducción de un 15% en el tamaño respecto a los modelos actuales. - X. Aja

Participantes . En el proyecto de I+D para desarrollar una nueva subestación eléctrica para parques eólicos marinos liderado por Iberdrola participan Ingeteam, Ormazabal, Arteche, Oasa (Incoesa). Así como La Naval y Tecnalia.

Objetivo. Reducir costes de instalación y mantenimiento pues se quiere recortar el tamaño de la subestación eléctrica un 15%, evitar contratar buques especializados y poder instalarla con olas de hasta 1,5-2 metros.

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Millones en el proyecto de I+D. La real costaría casi 700 millones.