BILBAO - “No esperamos noticias a corto plazo”. La Fundación de Bilbao Bizkaia Kutxa sigue sin conocer con exactitud cuánto dinero deberá reservar por su participación mayoritaria en Kutxabank. Tras la aprobación a principios de octubre del decreto sobre fundaciones bancarias del Gobierno español, en las oficinas de la antigua caja de ahorros vizcaina se confiaba en que el Banco de España diera inmediatamente el paso final con la publicación de la circular que marcará el volumen definitivo de la provisión y los plazos para cubrirla.

No ha sido así, y en BBK empieza a extenderse la sospecha de que el regulador está esperando a que pasen las elecciones generales del próximo 20 de diciembre (20-D) e incluso a que se constituya el nuevo Ejecutivo español para hacer publico su informe. En principio, no hay preocupación en la antigua caja por el retraso. Se da por hecho que el Banco de España seguirá el mismo camino que el Gabinete de Mariano Rajoy y el Consejo de Estado, que se han inclinado por la mejor de las opciones posibles para BBK.

En el plano político se estima que no existe concertación entre los accionistas de Kutxabank, las tres fundaciones de las cajas de ahorros, lo que implica que la provisión sería de algo más de 250 millones de euros. Es una cifra que BBK considera desproporcionada y que se recurrió en su momento, pero que no tendría mayores problemas en cubrir. De hecho, ya se trabaja desde hace tiempo en esa dirección.

a la espera de la circular Sin embargo, todavía falta que el Banco de España -el brazo del Banco Central Europeo en el Estado- dé el aval técnico a su decisión a través de su circular. Y hasta que eso no ocurra no se podrá descartar el peor escenario, que se calcule el fondo de reserva en función al 100% del capital de la entidad financiera, en cuyo caso el depósito rondaría los 440 millones, a pagar proporcionalmente entre las tres fundaciones bancarias -BBK, Vital y Kutxa-.

En Bilbao Bizkaia Kutxa se considera que esa opción ha dejado de estar sobre la mesa, pero la fundación necesita confirmarlo cuanto antes para saber a qué atenerse. Además, la circular del Banco de España establecerá los plazos para formalizar el fondo de solvencia. En definitiva, marcará una cuota anual para que dentro de cinco años estén todas las reservas disponibles.

El volumen de la obra social depende de cuánto dinero haya que apartar cada ejercicio y, por ello, la incertidumbre limita el margen de acción en ese sentido. Sin ser un quebradero de cabeza, sí que es un condicionante que debería haber dejado de serlo hace tiempo.

En principio, se pensaba que una vez aclarado el panorama legislativo con el decreto sobre fundaciones bancarias aprobado el mes pasado, el Banco de España movería ficha casi a renglón seguido, ya que los técnicos trabajaban en la circular desde hace tiempo. Las semanas han pasado sin que haya novedades y en BBK se ha pasado de tener la certeza de que la publicación del texto era inminente, “cuestión de días”, a una situación de total desconcierto. “No sabemos qué pensar”, aseguran fuentes de la fundación bancaria, que asumen con tranquilidad el retraso, a pesar de que en el Banco de España tampoco se aclaran los motivos de la demora.

Nada ha cambiado y no se esperan sorpresas. Ni siquiera se baraja la posibilidad de que, si finalmente se retrasa la circular hasta la celebración de los comicios del mes que viene, el nuevo Gobierno modifique el Decreto de Fundaciones Bancarias y por tanto las reglas del juego.

La primera circular del Banco de España marcó un techo de 700 millones para la provisión de solvencia que tendrá que acometer BBK por tener una participación superior al 50% de Kutxabank. Una cifra que hizo temer por la obra social de la antigua caja vizcaina.