GASTEIZ - La recuperación de la economía en el Estado español, los bajos tipos de interés oficiales y la política de liquidez del Banco Central Europeo ha rebajado los costes de financiación de las empresas a niveles impensables hace unos meses. Hay más dinero que nunca y muy barato, reconocen en el sector empresarial. Si a ello se le suma la escasa rentabilidad de la renta fija soberana el escenario es proclive para buscar alternativas de inversión en la renta variable. En este contexto varias empresas vascas o con importantes intereses en Euskadi han decidido, o están en fase de hacerlo, dar el paso de salir a cotizar en Bolsa con el objetivo de captar recursos financieros para crecer de cara a competir en un mercado globalizado.
Compañías grandes como el operador telefónico Euskaltel o pequeñas como el fabricante de rodamientos NBI Bearings Europe trabajan con la vista puesta en los mercados bursátiles, al igual que el fabricante de trenes Talgo, empresa fundada por vascos y con una importante planta en tierras alavesas, en Rivabellosa. Todas ellas pueden finalizar este año en el mercado continuo, caso de la grandes, o en el MAB, el Mercado Alternativo Bursátil, en el de la pequeña.
Talgo e Euskaltel tienen algo en común que condiciona su estrategia de salida a Bolsa y es la existencia en su accionariado de un fondo de inversión que como todo fondo no tiene vocación de continuidad y busca la mejor oportunidad para rentabilizar su inversión.
Trilantic Capital Partners, la firma nacida de la mano de antiguos profesionales de Lehman Brothers, considera que ha llegado el momento de poner en valor sus grandes inversiones en el Estado español. Y curiosamente este fondo es el primer accionista de Talgo, con el 63% del capital, y el primero de Euskaltel, con el 48% a través de International Cable, firma que comparte con Investindustrial. Trilantic es el principal impulsor de las dos grandes ofertas públicas de venta (OPV) previstas para estos meses, una ya confirmada la de Talgo y otra, la de Euskaltel, que seguramente se hará pública finalizado el próximo proceso electoral. Talgo y Euskaltel son unas compañías con una facturación similar, 384 millones de euros en el caso del operador ferroviario, y 320 en el telefónico, y con unos beneficios de 40 y 50 millones de euros, respectivamente, según los últimos datos oficiales.
El accionista de referencia puede alcanzar casi mil millones de ingresos de confirmarse las dos colocaciones. En Talgo llevaba ya diez años, un plazo mayor del habitual pero condicionado por la crisis de 2008, y en Euskaltel entró en 2012 y el pacto con el resto de los accionistas acaba a finales de este año.
En Talgo la operación permitirá al fondo hacer caja y situar a la compañía con una mejor disposición para crecer en la alta velocidad ferroviaria mundial si culmina con éxito el AVE en Arabia.
En el caso de Euskaltel, una hipotética salida Bolsa le dotaría de recursos para participar en la consolidación de la telefonía por cable en el Estado, en especial en la Cornisa Cantábrica con la gallega R y la asturiana Telecable.
Un caso distinto es el de la empresa vasca de rodamientos NBI Bearings Europe. La compañía con sede en tierras alavesas, en Okendo, quiere salir al mercado alternativo bursátil, el MAB, para captar recursos de cara a continuar su expansión en los mercado de Europa y América e instalar una planta propia en Araba.
NBI es una pyme creada en 2002 de 40 personas que investiga, desarrolla, diseña y comercializa rodamientos y que factura unos 8 millones de euros anuales. NBI tiene previsto invertir 5,5 millones de euros en unas líneas propias de fabricación en Okondo, -hasta ahora la producción la efectuaba en una empresa china Chronos en la que participaba-, y contratar unos cincuenta empleados más. El objetivo de la empresa es triplicar la facturación en cinco años, según su presidente, Roberto Martínez. El miércoles empezará a cotizar en el MAB en un acto en la Bolsa de Bilbao.