madrid - La bajada del barril de petróleo en los últimos meses está teniendo un fuerte impacto a nivel mundial y está condicionando también la evolución de la economía vasca, con caídas inéditas en los precios de la industria. Las empresas industriales de la CAV han reducido los precios casi un 5% en un año, según el INE, debido sobre todo a un desplome de la energía que rebasa el 16%. Los productos industriales bajan de forma más abrupta que la media anual del IPC, que cerró 2014 en el -0,7%. El abaratamiento de la energía da más margen a las empresas para que ajusten precios.
La tendencia deflacionista en la que se ha visto inmersa la economía vasca genera efectos positivos sobre el poder de compra de los salarios o las prestaciones a corto plazo, si bien sus consecuencias a largo pueden ser perversas. Aunque a priori una bajada de los precios puede impulsar a gastar más, a largo plazo puede estrechar aún más el embudo del consumo ante las expectativas de un abaratamiento permanente y contraer los beneficios empresariales paralizando la generación de empleo. En este sentido, no son pocos los agentes económicos y sociales que alertan de que si el IPC se mantiene en negativo también en el presente ejercicio y se consolida la deflación la recuperación económica en el Estado español y en la CAV corre serio peligro.
El año pasado la industria no escapó de la caída generalizada de precios con un descenso del 4,8% en el conjunto del año en Euskadi, por encima de la reducción del 3,7% de media en el Estado, según el Índice de Precios Industriales (IPRI). Aunque este indicador se mantuvo a la baja prácticamente en los doce meses del ejercicio pasado, en el mes de diciembre acentuó su caída arrastrado por un descenso de la energía en Euskadi de más del 8% en relación a noviembre, uno de los más pronunciados del Estado.
En el conjunto del año, la energía producida por la industria de la CAV se ha abaratado más del 16% por el desplome precio del petróleo -el barril de Brent se mantiene por debajo de 50 dólares tras superar los 110 dólares en 2013- se traduce en un menor coste de la electricidad y de los carburantes, entre otros productos, lo que a su vez contiene los costes del resto de sectores. Así, los bienes de consumo se abaratan un 1,3% en el conjunto de 2014, en especial los de consumo no duradero, mientras que los bienes intermedios -materiales para la fabricación de otros productos- apenas se reducen unas décimas. Los bienes de equipo, por su parte, rompen la tónica generan y se encarecen un 3%. Euskadi es uno de los pocos territorios que ven cómo se encarecen los bienes de equipo, que incluyen la maquinaria y otros activos de las empresas, con la subida más sólida en esta rama.
Pero al margen de esta excepción, los precios de la industria vasca se hundieron el año pasado. La caída de casi el 5%, la más profunda de la crisis, contrasta con el descenso mínimo producido en 2013 de apenas dos décimas, o los fuertes aumentos producidos en 2012, 2011 y 2010, en este último caso del 10%. En 2009 el IPRI de la CAV se contrajo dos décimas y en 2008 bajó el 1,3%, la que hasta ahora era la reducción más significativa de los últimos años coincidiendo con la primera embestida de la crisis. Curiosamente la fuerte reducción de los precios industriales, que en general responde a la menor demanda de crudo y productos derivados del petróleo, contrasta con una incipiente recuperación de la producción en el sector, con un repunte 1,4% hasta noviembre tras dos años de caídas, según los últimos datos de Eustat.
Aunque esta mejoría de los pedidos no se tradujo en más contratación, en las previsiones de las patronales del metal sí se incluye una tímida mejoría del empleo en este 2015, al menos por parte de aquellas firmas que dejado atrás ya lo peor de la recesión.
En el Estado los precios de la industria bajaron algo menos que en la CAV, concretamente el 3,7%, con una aportación negativa también de los precios de la energía, que baja más del 13%. El abaratamiento del refino de petróleo rebasa el 25%, mientras que la generación de energía eléctrica reduce su coste un 9%.