Vitoria.Esta empresa, propietaria de dos plantas en Álava, una en Vitoria y otra en Urbina, en las que se fabrican tubos de acero y de fleje, vive un conflicto laboral desde mayo de 2012, cuando la dirección presentó un Expediente de Regulación de Empleo de extinción, que suponía el despido de los 352 trabajadores.

Desde entonces se han sucedido multitud de movilizaciones, huelgas y demandas judiciales de los trabajadores despedidos hasta que en 2014 los tribunales declararon nulas las extinciones de los empleos y determinaron su readmisión.Son aproximadamente 90 trabajadores los que se tienen que incorporar, que se añadirán a los otros cerca de 90 que permanecían activos en ambas fábricas.

El resto ha abandonado la empresa por diferentes motivos.La empresa ha fijado el próximo 21 como la fecha para la vuelta al trabajo de una primera tanda de los empleados que fueron despedidos y el resto se irá incorporando a lo largo de los próximos días.

El comité de empresa ha advertido hoy en una rueda de prensa de que la dirección no ha aclarado aún su voluntad de encarar el conflicto laboral pese a que hace más de un mes la representación de los trabajadores presentó las bases para una solución "definitiva y viable" de las fábricas.

El presidente del comité, Nando Anguiano, ha preguntado además al Gobierno de Urkullu qué más necesita para "alinearse" con los trabajadores de Laminaciones Arregui y formar una mesa en la que la empresa se siente y resuelva "esta agonía".

"Tienen que dar un paso al frente, defender activamente el empleo y apostar decididamente por la viabilidad de las plantas", ha insistido.También el comité ha denunciado la actitud mantenida durante el conflicto por el sindicato UGT que, según ha recordado, se ha situado al lado de la empresa.

"El último ataque que este sindicato ha realizado es promover las elecciones sindicales intentando dejar fuera a los trabajadores despedidos. Llegan a tal punto de podredumbre sindical que han defendido a capa y espada" a los directivos, ha enfatizado Anguiano.

Los trabajadores de la antigua Laminaciones Arregui han secundado durante varios meses manifestaciones convocadas los jueves y hoy han anunciado que la del próximo 22 será la última.Pero también han señalado que a partir de ahora desarrollarán "nuevas movilizaciones" adaptadas a esta "nueva fase", que no han concretado.

Tras este largo conflicto laboral, la plantilla que a mediados de 2012 estaba formada por 352 trabajadores, pasará este año a contar con unos 189 empleados.