El lehendakari, Iñigo Urkullu, mostró ayer su reconocimiento a la pequeña y mediana empresa vasca, a la que comprometió el apoyo de la Administración vasca en su camino de la “inversión, industrialización e innovación” así como en la búsqueda de nuevos mercados.
Iñigo Urkullu se manifestó en esos términos en las instalaciones que la empresa Lazpiur tiene en Bergara, donde se celebró un acto de conmemoración del centenario de esta reconocida compañía que, según explicó el lehendakari, “simboliza la pequeña empresa que lucha por abrirse camino”.
El acto contó con más de 150 invitados, entre los que figuraron la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia; el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano; y la alcaldesa de Bergara, Jaione Isazelaia. También acudieron a la cita, entre otros, representantes del tejido industrial vasco, entre los que figuraron el presidente de Adegi, Pello Gibelalde; el secretario general de la patronal guipuzcoana, José Miguel Ayerza; y los expresidentes de Confebask Baltasar Errasti y Román Knörr.
Los hermanos Agustín y Miguel Lazpiur -este último también fue presidente de Confebask entre 2005 y 2011-, suponen la tercera generación de la familia al frente de la compañía, que fundó su abuelo hace ahora cien años y que después gestionó su padre. Los dos hermanos ejercieron de anfitriones en representación de esta empresa que empezó como manufactura de zapatos, pasó a dedicarse a los clavos más tarde y en las últimas décadas se ha convertido en un referente en la fabricación de maquinaria de alta tecnología y utillaje de forja.
El lehendakari Urkullu indicó que los planes de industria, innovación e internacionalización “se escriben con mayúscula”, pero ayer se hizo un “reconocimiento” a las pymes como Lazpiur, que tras cien años de actividad “sigue manteniendo su espíritu emprendedor abierto al exterior; el futuro de la industria se escribe con la letra pequeña de taller”. El lehendakari destacó que es una compañía “apasionada” con la organización y la innovación, “que son los valores que siempre han caracterizado a la industria vasca”. Por su parte, Garitano puso a Lazpiur como ejemplo de “competitividad” y, a pesar de que en su legislatura la Diputación ha renunciado a continuar la iniciativa Gipuzkoa Aurrera, abogó por la colaboración entre el sector público y privado.
Un grupo de empleados de la planta de Candy en Bergara -que ha anunciado su cierre y el despido de 150 personas- acudieron a las inmediaciones de Lazpiur y entregaron al lehendakari una carta en la que solicitaron apoyo institucional en defensa de sus empleos. - DNA / Efe