DONOSTIA. La Corporación Mondragón asegura de forma "firme y definitiva" que no puede, "de ningún modo", atender las demandas de las asociaciones Ordaindu y Eskuratu porque "se trata de peticiones ajenas a la naturaleza y realidad" del grupo y para las que además "no cuenta siquiera con competencias".

En su resolución, este órgano de la Corporación recalca que, en los últimos tiempos, "las instituciones de Mondragón y otras cooperativas, sobre todo el Grupo Fagor, han realizado un importante ejercicio de solidaridad con Edesa y Fagor Electrodomésticos".

Afirma que han empleado "los instrumentos intercooperativos al máximo grado de su historia y al límite de lo factible, contribuyendo a aliviar los excedentes de plantilla a través de las reubicaciones, solidarizando resultados o realizando aportaciones ordinarias y extraordinarias desde los fondos cooperativos".

"Todo ello para tratar de paliar las consecuencias negativas de su situación económica hasta que fue imposible seguir aplicando nuevos fondos", añade el grupo empresarial cooperativo en esta resolución, recogida en la publicación interna del grupo Tu Lankide.

Considera, por ello, que "no tiene sentido buscar en Mondragón un responsable de las decisiones sobre la continuidad de las cooperativas que sólo corresponden a quien las adoptó, ni pedir a las instituciones de Mondragón, que son el principal acreedor de las sociedades concursadas, la devolución de cantidades que los socios individualmente aportaron a su propia cooperativa".

Recuerda que a lo largo de la trayectoria de Mondragón ha habido "otras cooperativas que también han cerrado sus puertas" y que en todos los casos ha habido también "esfuerzos solidarios de otras cooperativas", mientras que "los socios y también los acreedores han puesto en riesgo su aportación patrimonial".

"Todos los socios sabemos que corremos los riesgos y prerrogativas propios de ser los dueños de nuestras cooperativas", agrega la Corporación Mondragón, que asegura que, en cualquier caso, "la voluntad y prioridad" de todas sus cooperativas es dar "soluciones al empleo" y ése es precisamente "el empeño en el que están volcadas".

Recuerda que todo el grupo se construye desde la asociación de cooperativas autónomas y soberanas, que comparten unos principios básicos, valores comunes y una misión y que se dotan, entre otros, de mecanismos de solidaridad e intercooperación para la consecución de sus objetivos.

Insiste en que "cada una de las cooperativas asociadas a Mondragón es responsable de su propia gestión y de desarrollar su actividad empresarial con la mayor eficacia posible".

"Esta responsabilidad es indelegable a ninguna otra instancia" y, por tanto, "cada cooperativa es plenamente responsable de sus decisiones, tanto empresariales como institucionales, y dueña de su futuro", recalca.

Aclara que, en este contexto, a Mondragón le corresponde gestionar un "conjunto de instrumentos de solidaridad e intercooperación, destinados especialmente a la promoción de nuevos negocios y al apoyo de las cooperativas en dificultades" y, si finalmente un proyecto no es viable, el conjunto de cooperativas, en un nuevo ejercicio de solidaridad, busca dar soluciones de empleo a los socios afectados.

El pronunciamiento de la Comisión Permanente del Congreso de Mondragón se produjo un día antes de la manifestación que recorrió el pasado sábado la localidad guipuzcoana de Arrasate convocada, entre otros, por la asociación de socios de Edesa, Debagoiena, Ordaindu y Eskuratu, cuando se cumple un año de la caída de la emblemática cooperativa vasca.