madrid - El Gobierno tiene previsto negociar con los sindicatos que las futuras subidas salariales de los empleados públicos dejen de estar ligadas a la inflación y pasen a depender de otras componentes como la productividad y la competitividad. “Las subidas salariales sin más van en contra de la filosofía de desindexación que aprobó en su día el Gobierno por ley”, asegura el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, en una entrevista con el diario Expansión. Según explica, lo que se pretende es avanzar en una evaluación del desempeño que premie “a quienes efectivamente estén trabajando más y a los que sean más productivos”.
En opinión de Beteta, este es el gran desafío que tiene para el próximo año y espera que las negociaciones den fruto en torno a junio o julio para que el nuevo sistema retributivo pase el trámite parlamentario antes de que acabe la Legislatura.
Beteta asegura que los funcionarios ganarán poder adquisitivo en 2015, pero admite que se ha puesto fin a las subidas salariales en base a la inflación. Asevera también que el recorte de plantilla en el Estado ya ha terminado.
Beteta asegura que el Presupuesto para 2015 se va a recoger una Oferta de Empleo Público incrementada. Habrá mayor oferta pública sobre todo en los altos cuerpos del Estado y en los servicios públicos esenciales. Además, se va a recuperar igualmente la cuarta parte de la paga que se aplazó por razones de política económica y, al mismo tiempo, se está avanzando en materias que tienen un impacto importantísimo de salud laboral, prevención de riesgos laborales, igualdad de oportunidades.
El Secretario de Estado afirma que se harán avances en la filosofía de una retribución por objetivos, en la movilidad funcionarial. En cuanto a la paga extra, Antonio Beteta dice que se trata, en este momento, de una acción política del Gobierno de España que entiende que, dada la situación económica, si que es posible pagar 45 días de la paga extra que se suprimió en 2012. - DNA