madrid - El verbo le pierde a Mónica de Oriol. La presidenta del Círculo de Empresarios, un lobby que ha llegado a cuestionar el papel de la CEOE por negociar con los sindicatos, volvió a tropezar ayer con la piedra donde se ocultan las declaraciones extemporáneas. De Oriol parece empeñada en ponerle voz a las reflexiones que rondan la cabeza de los empresarios de pensamiento más reaccionario y se atrevió con la conciliación familar de la mujer.

Durante una tertulia en Madrid con otras empresarias, De Oriol rompió una lanza en favor de los empresarios que, en igualdad de condiciones, prefieren contratar a un hombre antes que a una mujer por el riesgo que, a su juicio, supone la maternidad para el correcto desarrollo del trabajo. Ella haría lo mismo: “Prefiero [contratar] a una mujer después de los 45 años o antes de los 25 porque, por el medio, ¿qué hacemos con el problema?” El problema, básicamente, es que la trabajadora se quede embarazada y algunas de sus compañeras de tertulia ya mostraron su desacuerdo durante la mesa redonda.

Las críticas arreciaron durante toda la jornada sin que la presidenta del Círculo de Empresarios rectificara sus palabras, algo que ya ha hecho con otras ideas ásperas que ha desgranado desde su llegada al cargo a medidos de 2012. De hecho, intentó arreglarlo a través de un comunicado en el que quiso matizar el mensaje. Según dijo su intención es romper las “barreras” que impiden la contratación de mujeres y una de ellas es el periodo de 11 meses posterior a la baja por maternidad, cuando una trabajadora está blindada contra el despido.

Según añadió, durante esos meses el puesto de trabajo de la mujer no está ligado a la productividad y, al parecer, baja el rendimiento de la empleada porque no percibe la presión del despido. “Esta protección a la mujer desvincula la permanencia en el puesto de trabajo a su alineamiento con los intereses de la empresa. Resultado, la productividad disminuye enormemente, y, como segunda derivada, el director de Recursos Humanos elige antes a un hombre que a una mujer”, explicó, para añadir que “estamos generando tal cantidad de regulación en España para favorecer a la mujer que lo que estamos haciendo es aislarla de una carrera profesional”.

Patronales, partidos políticos, Gobierno, sindicatos y asociaciones de directivas y de mujeres, se mostraron muy críticos con sus palabras. El Ministerio de Asuntos Sociales anunció un plan de apoyo a la maternidad para que “ninguna mujer tenga que renunciar a tener un hijo”.

Sus polémicas más recientes han sido pedir que los trabajadores sin formación cobren por debajo del salario mínimo (645 euros al mes) o acusar a los parados de ser unos parásitos más preocupados por cobrar el subsidio que por buscar trabajo. “Hay personas que piensan que la prestación por desempleo equivale a tener dos años de vacaciones”, considera. En junio de este año, acusó a CEOE, CC.OO. y UGT de funcionar “como casta”. “Son dos tipos de sindicatos distintos: unos defienden a las empresas y otros a los trabajadores”, aseguró, para añadir que ni patronal ni sindicatos trabajan para que las empresas ganen competitividad.

Las palabras gruesas no se separan de ella. Ha recomendado al Gobierno español que ajuste más las pensiones, que profundice en la reforma laboral y no desaprovecha oportunidades para mostrar un perfil muy conservador y presionar a Mariano Rajoy para que dé otro giro a la derecha a sus políticas. A pesar de ello, intenta marcar distancia con el estatus y el orden establecido: “España es un país donde tienes que desayunar cada día con el BOE para estar legal. Nos da miedo criticar al poder porque, en cuanto sacas la patita, el poder te manda un inspector de Hacienda o uno laboral”.