Washington. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, encontró ayer en su visita a la Casa Blanca el apoyo que buscaba por parte de EE.UU. a sus reformas económicas. El líder estadounidense, Barack Obama, afirmó tras la primera reunión oficial de ambos mandatarios que España avanza por la senda correcta hacia la recuperación pero que tras los ajustes ahora el reto es hacer crecer a la economía y, sobre todo, crear empleo. El Gobierno Rajoy obtiene así respaldo a los recortes sociales y laborales que ha llevado a cabo los dos últimos años y logra de cara a futuro proyectar una imagen positiva de España hacia los inversores internacionales.

El presidente del Gobierno español ha tenido que esperar más de dos años para reunirse de manera oficial con el máximo mandatario de EE.UU., con el que hasta ahora tan solo había coincidido en un par de cumbres internacionales. Obama sí había recibido antes a líderes de otros países europeos como el de Grecia, Antonis Samaras, o el italiano Enrico Letta a pesar de que llevaban menos tiempo en el cargo. El presidente español consiguió la cita con Barack Obama de manera casual en un gimnasio de Johannesburgo, pero parece que ha sacado buen provecho de su visita a la Casa Blanca.

El presidente de EE.UU. conversó con Rajoy, -que regaló a Obama, sendos facsímiles de una biografía del descubridor del Pacífico, Vasco Núñez de Balboa, y de un mapamundi de la época, hace ahora quinientos años-, sobre todo acerca de asuntos económicos, como era el deseo de la delegación española. Obama respaldó, como era deseo de la administración española, la tesis de que España está al borde de la recuperación económica y de volver a generar empleo

El presidente estadounidense elogió, según Europa Press, el "gran liderazgo" del jefe del Gobierno español porque ha permitido estabilizar la economía española reduciendo el déficit público y tomando medidas necesarias aunque "no populares", pero avisó de que ahora el reto pasa por reducir el alto nivel de desempleo, más del 25% de tasa de paro.

Rajoy admitió que "el paro es aún el gran problema", pero se mostró convencido de que "el esfuerzo hecho será positivo para todos los españoles". Además, aprovechó la ocasión para vender que España es un país atractivo para los negocios y "pedir inversiones" estadounidenses en la península ibérica.

Al término de su encuentro, que duró exactamente una hora, tal y como estaba previsto, Obama y Rajoy realizaron una breve declaración a la prensa y en la misma se habló del tema catalán. Una eventual independencia de Cataluña "no se va a producir", afirmó Mariano Rajoy, que advirtió que "la inestabilidad política y la incertidumbre no ayudan a la recuperación económica".