vitoria. El banco de las tres cajas vascas distribuirá el próximo año 27,9 millones de euros entre sus propietarias para la financiación de sus respectivas obras sociales, la misma cantidad que este ejercicio. Kutxabank aprobó ayer esa inyección económica en el último consejo de administración del año y decidió agotar el máximo presupuesto en un contexto en el que las provisiones y la situación económica continúan lastrando los resultados de las entidades financieras.

La junta de accionistas facultó al consejo para habilitar una partida de entre 1 y 27,9 millones destinados a la Obra Social. Quedaba pendiente por cuantificar el volumen final y se ha apostado por el límite superior para garantizar el mantenimiento del compromiso con el territorio y sus ciudadanos.

Serán ahora las tres cajas las que definan sus prioridades. Lo harán sabiendo que cuentan en principio con los mismos fondos que este año. BBK recibirá casi el 60% de los fondos, unos 16 millones. Kutxa dispondrá de 8,9 millones y Caja Vital rondará los 3 millones. Técnicamente ese dinero es parte del dividendo que se genera cuando hay beneficios. En concreto, el acuerdo de fusión sobre el que se creó Kutxabank contempla destinar a obra social un 30% del beneficio, pero el año pasado se decidió elevar el porcentaje hasta el 34%.

Ahora se repite la cifra, casi 28 millones, sin que todavía se haya cerrado el ejercicio y sin que se conozcan por tanto los beneficios, aunque hasta septiembre ha ganado un 4,4% menos que en 2012. Con todo, el volumen de la Obra Social puede aumentar si así lo deciden en abril las juntas de accionistas en las que se aprueban las cuentas anuales de cada caja. Kutxabank se vio obligado el año pasado a destinar 855 millones a provisiones, con la consiguiente erosión en sus beneficios y, por tanto, en la obra social. En 2011, BBK en solitario gestionó 82 millones en sus actividades sociales, cinco veces más que su presupuesto actual, en un comportamiento muy similar al de las otras dos cajas. Ahora, las tres se reparten un tercio de esa cifra y el dinero no alcanza para todas las necesidades.

De ahí, que se apueste de inicio por agotar el presupuesto del próximo año pese a que todo apunta a que habrá menos beneficios para repartir. La Obra Social de las cajas continuará con vida aunque sea con menos recursos. Sigue superando obstáculos, entre ellos la reforma financiera, cuyo enunciado inicial obligaba a la cajas a tener un fondo de reserva extraordinario, que iba a limitar todavía más su actividad con fines sociales. El PNV, que llevó al Congreso la demanda de Kutxabank, alcanzó en octubre un acuerdo con el Gobierno del PP para eliminar esa amenaza.