Donostia. El presidente de Ibermática, José Luis Larrea, ha decidido dejar la compañía tras haber permanecido 18 años al frente de la misma, como consecuencia de la toma de control del fondo de inversión ProA Capital. Hace casi dos meses este fondo se hizo con el 55% de los títulos de la empresa, tras la desinversión del 32,97% de las acciones de Kutxabank, al pasar del 47,97% a un 15%, y la salida del accionariado del Banco Sabadell, Caixabank y Caja3 que se desprendieron del 10,89% de los títulos que tenían.

Con este cambio de propiedad que se ha producido en Ibermática -una de las empresas líderes del sector de las tecnologías de la información del Estado, que oficialmente se califica de "reordenación accionarial"- Larrea ha decidido emprender una nueva etapa personal y profesional y poner en marcha nuevos proyectos en línea con su dilatada experiencia. Desde que ProA Capital entró en Ibermática a mediados del pasado mes de octubre, Larrea mostró su intención de no continuar en la compañía, al entender que se iniciaba una nueva etapa en la que la toma de decisiones respondía a la nueva propiedad.

Esta situación de interinidad concluyó en la tarde del pasado miércoles, cuando el ejecutivo abandonó la compañía para dar paso a un nuevo presidente que será nombrado en la reunión que el consejo de administración celebrará la próxima semana, según han comunicado a este diario fuentes de la empresa con sede en Donostia.

La noticia de la salida de Larrea de Ibermática fue dada a conocer en la mañana de ayer por la dirección a los más de 3.300 empleados de la compañía, a través de la intranet de la empresa que los trabajadores pudieron conocer al abrir sus ordenadores al reincorporarse a sus puestos de trabajo.

En la nota interna, a la que ha tenido acceso este periódico, la dirección dio a conocer la noticia de una manera lacónica, sin dar más datos de las causas por las que Larrea ha decidido dejar la compañía. "En la fase final del proceso de relevo accionarial que ha tenido lugar recientemente en Ibermática, Larrea manifestó su intención de abandonar la compañía. El proceso ordenado de su desvinculación ha sido la causa de que haya pasado tiempo entre la comunicación del nuevo esquema accionarial y la noticia de la separación de Ibermática del hasta hoy presidente", se recoge en el correo electrónico.

En esta línea, el autor de la nota guarda las mínimas formas de cortesía al agradecer al ya expresidente "su positiva labor en los pasados años y le deseamos lo mejor en sus futuros proyectos". La noticia no ha causado sorpresa en medios económicos porque, tras la entrada en Ibermática del fondo de inversión ProA Capital, se esperaba un cambio en la dirección de la empresa guipuzcoana, aunque no de la manera tan precipitada como finalmente se ha producido.

Larrea será sustituido con toda probabilidad por un ejecutivo de ProA Capital, mientras que el actual director general general, Joseba Ruiz de Alegría, podría ocupar un alto cargo ejecutivo en el nuevo organigrama de la empresa, donde seguirá con toda probabilidad gran parte de la estructura directiva. No en vano, con el cambio que se ha producido en el accionariado de Ibermática un 15% de las acciones corresponden a los directivos de la compañía en una decisión estratégica de ProA Capital como garantía de continuidad de la actividad de la compañía.

Con la salida de Larrea de Ibermática, la compañía donostiarra, que cuenta con una plantilla de 3.300 trabajadores, termina una etapa en la que se ha consolidado como uno de los líderes del Estado en un sector tan competitivo como es el de la TIC (tecnologías de la información y la comunicación) y con una fuerte presencia internacional, fundamentalmente en Sudamérica, donde cuenta con implantaciones en Chile, Argentina y Perú.

Larrea llegó hace dieciocho años a una Ibermática con una facturación de 42 millones de euros y deja la compañía con unas ventas que el año pasado supusieron 247 millones y unas perspectivas para este año parecidas. Acumula una larga trayectoría en Euskadi, tanto en el mundo de la política como de la empresa. Fue consejero de Hacienda con el lehendakari José Antonio Ardanza y fundador de Euskaltel, cuya presidencia simultaneó durante algún tiempo con la de Ibermática, en los inicios de la operadora telefónica.

El fondo de inversión ProA Capital tiene su sede en Madrid y su entrada en Ibermática es su primera incursión en una empresa TIC. En su cartera de inversiones figura una empresa de embutidos de la Rioja, una compañía de ambulancias, otra de estacionamientos y una clínica de reproducción asistida y un hospital.