BILBAO. El panorama laboral que ha dejado la caída de Fagor Electrodomésticos empieza a aclararse para los socios cooperativistas que se han quedado en el paro. A día de hoy, la Corporación Mondragón ya ha recolocado a 215 extrabajadores de la línea blanca y espera hacerlo con otros 500 en un plazo máximo de seis meses. Se superarían así ya las 700 recolocaciones, el mínimo planteado por el Grupo en un proceso que contempla un máximo de 1.000 reubicaciones. La cifra final se acercará previsiblemente más a ese límite inferior que se alcanzaría, según los cálculos que realizó ayer Mondragón, antes del verano. El motivo es que la Corporación se ha comprometido a dar "soluciones" a un máximo de 1.200 cooperativistas, de los que 300 serán prejubilados.
Con esos números, en el mejor de los casos se quedarán fuera del programa unos 600 trabajadores. Y en el peor de los escenarios serán 800 los que no cuenten con ninguna respuesta laboral. Además, no todos los empleos ofertados serán indefinidos. Algunas reubicaciones serán soluciones temporales para suavizar el impacto del cierre en los hogares mientras los afectados buscan un nuevo puesto de trabajo en otra empresa.
Mondragón está encontrando nuevo destino a los afectados de Fagor -la plantilla supera las 1.800 personas- a un ritmo aceptable gracias a la "extraordinaria respuesta" del resto de cooperativas del grupo a la llamada de socorro de su joya industrial, subrayó Mondragón.
La mayoría de las recolocaciones se están realizando en el área industrial debido a la especialización de los trabajadores de Fagor. Sin embargo, el Grupo confía en concretar en breve la participación en el proceso del área de distribución, el segmento donde opera Eroski, la cooperativa con mayor volumen de empleo y por tanto con mayor capacidad de atención a los excedentes laborales generados.
De momento, los trabajadores de Edesa se están quedando fuera de las reubicaciones y crece tanto la incertidumbre como el malestar en una plantilla que continúa con su encierro en la fábrica de Basauri. Los cooperativistas de Edesa están afiliados al régimen general de la Seguridad Social, mientras que el resto cotizan como autónomos. Esa circunstancia les ha marcado durante todo el proceso y les ha hecho sentir como afectados de segunda.
De hecho, en un principio se quedaron fuera de la recolocaciones y ahora no están viendo resultados. Aún así los empleados han decidido no convocar más movilizaciones propias como "voto de confianza" al plan de recolocaciones, aunque sí participarán el 29 de noviembre en Mondragón en una marcha organizada por sus compañeros, informaron los trabajadores de la fábrica de Basauri a Efe.
Su presencia en la manifestación es un gesto con el que pretenden apoyar a sus compañeros del consejo social y del consejo rector, que están trabajando por que tengan igualdad de trato respecto a los trabajadores de Fagor Electrodomésticos. Tras confirmar que ninguno de los empleados de la fábrica de Basauri ha sido recolocado, recordaron que, mientras los empleados de Fagor Electrodomésticos disfrutarán de una compensación por desempleo del 80% por el seguro con Lagun Aro, los de Edesa, adscritos a la Seguridad Social, tendrán el 70% los seis primeros meses y más tarde el 50%, por lo que reclaman alcanzar ahora el 80%.
Tras la formalización el pasado jueves del concurso de acreedores de Edesa, formalizará los próximos días la petición de concurso para las dos filiales restantes, Grumal y Proiek. Un paso que ya se dio hace un tiempo para la filial francesa, Fagor Brandt. Sus trabajadores se volvieron a manifestar ayer en Nanterre para presionar al Gobierno francés, que ya ha anunciado que busca cómo reflotar la compañía. El ministro francés de Industria envío hace unas semanas una carta a su homólogo español para buscar soluciones conjuntas, pero el Gabinete de Rajoy no ha tomado cartas.