BILBAO. "La ley no impide la negociación de la ultraactividad en los convenios", afirmó el secretario general de UGT-Euskadi, Raúl Arza, tras descalificar las afirmaciones de la patronal vasca que señalan que los sindicatos quieren que no se cumplan la legalidad vigente. "Esto es mentira", afirmó. Según Arza, el artículo 86 del Estatuto de Trabajadores señala que la aplicación de la ultraactividad queda a disposición de la negociación de las partes.
El problema, según UGT de Euskadi, es que las patronales vascas "no han querido negociar en ningún momento" la reforma laboral del PP. Mientras tanto cuando sólo el 15% de los 125 convenios sectoriales territoriales existentes en la CAV siguen activos, UGT afirma que los empresarios están mandando "de forma masiva" misivas comunicando a trabajadores de diferentes sectores el próximo decaimiento de sus condiciones laborales, con recortes de salarios, jornada y otros derechos, por la aplicación de la reforma laboral.
La secretaria de acción sindical de UGT de Euskadi, Maribel Ballesteros, señaló que tras el 7 de julio, la patronal "ha dinamitado la estructura de la negociación colectiva en Euskadi". Para Raúl Arza, el balance es que se ha producido el siguiente nuevo escenario: hay empresas que han comunicado, según UGT, que mantienen las actuales condiciones laborales hasta finales de año, otras compañías indican que sí mantienen el salario y la jornada pero para el resto de los puntos del convenio se remiten al convenio estatal y hay empresas que ya avisan de cambios de salarios y horarios desde agosto.
Arza criticó la utilización "torticera" que la patronal vasca está realizando de la legislación vigente porque "todavía son posibles los acuerdos". La ultraactividad pactada entre empresarios y sindicatos permite que los convenios se mantengan en vigor más allá de la fecha marcada por la reforma laboral del PP para su decaimiento. En este sentido, el representante de UGT de Euskadi recordó que se ha prorrogado la vigencia de varios convenios colectivos a la espera de que se pueda cerrar un acuerdo sobre ellos.
Recorte de salarios Lo cierto es que los sindicatos han detectado en los últimos días que buena parte de las cartas enviadas a miles de trabajadores vascos tienen un patrón común para la aplicación de las nuevas condiciones laborales: remiten al convenio de ámbito estatal, lo que supone incrementos de jornada laboral y bajada de salarios, o sea trabajar más por menos. Según reconocen en UGT y a partir del próximo año "esto será una constante en muchas subcontratas". Lo que sí está claro es que se va a producir una generalización de las demandas judiciales de los trabajadores contra una "modificación sustancial" de sus condiciones laborales pero, independientemente de ello, lo que está claro, según Arza, es que los "paganos de esta situación son los nuevos contratados laborales". Según el dirigente de UGT, los nuevos contratos estarán en su gran mayoría bajo el salario mínimo interprofesional y con los mínimos del Estatuto de los Trabajadores. El resultado de estas rebajas de salarios de miles de trabajadores vascos, destacó Arza, va a ser un recorte de las cotizaciones sociales y una caída de los ingresos fiscales, "que se usarán para justificar nuevos recortes". El dirigente de UGT de Euskadi reiteró que los convenios sectoriales son perfectamente compatibles con los de empresa que defiende ELA pero recordó que en la CAV sólo hay 971 empresas de más de 100 trabajadores, "la mayoría son pymes con menos de 10 trabajadores que difícilmente negociarán un convenio de empresa". En este sentido, seis empresas del metal de Euskadi han acordado convenios de empresa que "blindan" las condiciones de los trabajadoras de la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy, según fuentes de ELA. Las seis empresas que han renovado sus marcos laborales son Aluminios Alemán, Calderería Ibaizabal, Tratermisc SAL, Industrias Laip, Transformados Ibaizabal y Calderería Abadiño, según informó este sindicato. La central mayoritaria en Euskadi destacó que la renovación de estos convenios colectivos demuestra que "con organización, se puede lograr que los planteamientos de las patronales sean papel mojado".
Raúl Arza. Foto: Nagore Centeno