bilbao. El contrato que borra las diferencias entre fijos y temporales logró ayer unir a empresarios, sindicatos y partidos políticos. Con matices todos rechazaron la propuesta de Bruselas, que ha generado un gran impacto y oposición aunque no se trata de momento más que de una "sugerencia". El motivo principal es la presión de Europa a España para que continúe profundizando en las reformas a cambio de la flexibilización de los objetivos del déficit. Hasta el 29 de mayo no se conocerán las nuevas exigencias y esa indefinición alimenta todos los frentes, incluidos los más sensibles, los de las pensiones y el mercado laboral.
La debilidad política del Gobierno de Rajoy ante los socios del euros es tan profunda que los intentos de apagar el incendio tuvieron escaso éxito. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, aseguró que el contrato único "es inconstitucional", sumándose al rechazo ya expresado el lunes por el presidente.
Sin embargo, el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, reconoció que el Ejecutivo hará los "ajustes que sean necesarios" cuando se evalúe la efectividad de la reforma laboral. Esa afirmación abre la puerta a modificaciones que, previsiblemente, no serán del calado que planteó el comisario de Empleo, Laszlo Andor, si bien el margen de negociación del Estado con Europa ha sido mínimo cada vez que ha recibido una recomendación por mucho que se haya opuesto en un principio. Y el ejemplo más doloroso para el PP es la subida de impuestos. Ante el revuelo causado, Andor realizó varias aclaraciones y dijo que solo es una opción. Advirtió no obstante de que "muchas veces son necesarios cambios legislativos para encontrar la solución a un problema", y de que "no se puede negar" que en España hay un problema con el alto desempleo, sobre todo juvenil.
Los empresarios se sumaron al rechazo expresado el día anterior por los sindicatos. El presidente de la CEOE, Joan Rosell, aseguró que el contrato único es "muy atrevido" y expresó su apuesta por otro tipo de actuaciones para dinamizar el mercado laboral, entre ellas dar un impulso a las contrataciones a tiempo parcial. La patronal tampoco ve con malos ojos los minijobs, aunque los considera una "solución pasajera y de choque" para reducir el paro. "Es preferible que los chavales trabajen 15 o 20 horas a la semana a que no trabajen nada", aseguró Rosell.
En la arena política, el Gobierno Vasco, a través de su portavoz, Josu Erkoreka, mostró su oposición al modelo de contratación sin indefinidos y eventuales, que considera que avanza en la misma dirección que la reforma laboral. El grupo del PNV en el Congreso reforzó esa crítica. Aitor Esteban afeó a "los burócratas" de Bruselas por proponer "experimentos que no se atreven a realizar en sus países" y demuestran "poca solidaridad" para salir todos juntos de la crisis.
En medio del debate, el comisario europeo de Industria, Antonio Tajani, aseguró en una visita a Madrid que "pedir más sacrificios a España no es la solución" y abogó por acompasar las reformas con medidas que impulsen el crecimiento y el empleo. No será un equilibrio perfecto porque Bruselas ya advirtió en su momento que la relajación del déficit sería un camino "controvertido".
Fátima Báñez, ayer junto a los líderes de CCOO y UGT en una conferencia del presidente de la CEOE. Foto: Efe
Financiación
l Deuda. España colocó ayer 4.047 millones de euros en letras a corto plazo al interés más bajo desde el primer trimestre de 2010. De estos 4.047 millones, 1.013 han salido a seis meses con un interés del 0,5%, inferior al 0,572% precedente, y otros 3.034 millones de euros a un año con una rentabilidad del 1,015%, también por debajo del 1,274% anterior.
l Prima de riesgo. El diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo ha descendido cerca de 50 puntos en lo que va de año. Tras la emisión del Tesoro, la prima de riesgo de España bajó a 290 puntos básicos