DONOSTIA. Según han informado CCOO y UGT en un comunicado conjunto, el comité que representa a los 7.500 trabajadores repartidos en las plantas de Gasteiz, Lasarte Valladolid y Aranda de Duero, ha decidido aceptar la propuesta de "nuevo sistema variable" tras reunirse hoy con la dirección en la sede guipuzcoana de Michelín.
Las negociaciones para acordar un nuevo sistema de reparto de trabajo se iniciaron a principios de marzo, cuando la dirección de Michelín comunicó a los sindicatos que había un excedente de 300 empleos en las cuatro plantas.
Estas centrales ha indicado que la empresa ha aceptado mantener el nivel y la estabilidad del empleo existente, por lo que "los casi 1.000 contratos indefinidos con jornada variable" que existen actualmente pasarán a ser indefinidos "al 100 %".
La dirección también ha aceptado ampliar los plazos de aplicación del salario de ingreso, dejándolos como figuran en el convenio colectivo actual.
Los sindicatos CCOO, UGT y CSI, que suman 9 de los 13 miembros del Comité Intercentros, han votado a favor del acuerdo, mientras que ELA, LAB, ESK y la CGT, que cuentan con un representante cada uno, se han opuesto al documento.
El acuerdo, al ser suscrito por el Comité Intercentros, será de aplicación general en las cuatro plantas de Michelín en el Estado, a pesar de que las asambleas de alguna de ellas, como es el caso de la de Lasarte, lo hayan rechazado.
CCOO y UGT han otorgado un "altísimo valor" al pacto, "tanto por la estabilidad que puede suponer para el empleo en el futuro", como por el hecho de haber sido capaces de hacer que la empresa asuma sus planteamientos.
Por otra parte, el representante de LAB Jon Martín ha explicado, en declaraciones a EFE, que esta central se ha opuesto al acuerdo porque significa que todos los puestos de trabajo de la empresa se conviertan en flexibles "a un coste inferior", ya que se congelan algunos pluses y otros se rebajan.
El acuerdo significa, para este sindicato, establecer una gran "volatilidad" en el calendario laboral, de manera que se imposibilita la conciliación laboral y familiar. Además, el incremento de la flexibilidad laboral dentro de la empresa no garantiza el empleo futuro, según LAB.