bruselas. Las bolsas europeas cerraron ayer con importantes descensos ante el temor a que las condiciones del rescate a Chipre sean un ejemplo a seguir para otros países que precisen ayuda por problemas derivados de su sector financiero.

En concreto, el mercado europeo se teñía de rojo después de que se interpretara que el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, dejaba la puerta abierta a que el rescate de Chipre fuera un ejemplo a seguir para los próximos que se produzcan.

Una idea que fue más tarde negada por Dijsselbloem, que a través de su portavoz, dijo que el acuerdo de rescate a Chipre es "una solución única", y negó que fuera a ser un "patrón" para futuras intervenciones en bancos con problemas.

"Chipre es un caso específico con desafíos excepcionales que requieren las medidas de autorescate que hemos acordado", explicó el presidente del Eurogrupo en un escueto comunicado.

Esta aclaración llegó tarde, ya que las bolsas europeas cerraron con caídas que en algunos casos han superado el 2% como en Italia o España.

En concreto, la bolsa española registró la cuarta mayor caída del año, el 2,27%, en tanto que la de Milán ha cedido más, el 2,50%.

Fráncfort también perdió el 0,51%; la de París, el 1,12%, y la de Londres, el 0,22%.

vuelco en la bolsa La interpretación de las palabras del presidente del Eurogrupo sentaron como un jarro de agua fría en las bolsas europeas, que habían comenzado con ganancias de más del 1% animadas por el acuerdo alcanzado por Chipre y los socios europeos acerca de las condiciones de su rescate.

Pese a esto, las bolsas, afectadas por las publicaciones que despertaban el temor a que Chipre fuera un modelo a seguir, registraban un "espectacular vuelco", con un final muy opuesto a un inicio claramente alcista", según resaltó el estratega de mercados de IG, Daniel Pingarrón, que explicó que ya a media sesión, las bolsas europeas comenzaron a perder fuerza.

Y es que a aparte de Chipre, el mercado estuvo atento ayer a Italia, cuyo Tesoro tuvo que elevar la rentabilidad de su deuda en una subasta en la que no llegó a colocar el máximo previsto por su Gobierno.

En concreto, el Tesoro italiano logró colocar 3.825 millones de euros, por debajo del objetivo máximo de emisión, 4.000 millones, en deuda a 2, 5 y 15 años, con un incremento en el tipo de interés.

Mañana, vuelve a enfrentarse al mercado en una nueva puja de bonos a 6 meses, en la que espera adjudicar 8.500 millones, mientras que el miércoles prevé colocar entre 5.000 y 7.000 millones de euros en títulos a 5 y 10 años.