bruselas. Tres reuniones y más de 36 horas de negociaciones es lo que necesitaron los ministros de finanzas de la zona euro para cerrar un acuerdo -en la madrugada del martes- sobre cómo reducir la deuda pública de Grecia para que su nivel de endeudamiento alcance un nivel sostenible en el año 2020. Para sacar a flote al país, los gobiernos de la Eurozona aliviarán las condiciones en las que prestan dinero a Grecia rebajando los tipos de interés que le cobran por los préstamos del primer rescate -de 150 a 50 puntos- alargando el plazo de devolución a 15 años y con un aplazamiento del pago de intereses de diez. Además, se comprometen a transferir a Grecia los beneficios generados por las operaciones realizadas por el BCE con deuda griega y a estudiar en el futuro medidas adicionales si Atenas cumple las condiciones pactadas.

El objetivo será rebajar la deuda pública hasta el 124% del PIB en 2020 y por debajo del 110% en 2022. Un compromiso que le costó aceptar a la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, que defendía la necesidad La ex ministra gala también había defendido que la única opción para Grecia es una condonación de la deuda por parte de los gobiernos europeos, algo hoy por hoy inaceptable. Finalmente, Lagarde cedió lo que sirvió para dar luz verde al desbloqueo de un nuevo tramo de ayuda de 43.700 millones de euros.