Vitoria. 24 horas después de desatarse la tormenta en Guardian a cuenta de los despidos anunciados por su dirección, la compañía norteamericana salió ayer al paso de nuevo para tratar de rebajar la tensión con el comité de empresa, tender la mano al diálogo y, de paso, mostrar su predisposición a mejorar las indemnizaciones en caso de rescisión de contratos, una posición contraria a la que defendió el pasado lunes durante una tensa reunión con los representantes sindicales. Con la vista puesta en el encuentro que ambas partes volverán a mantener el próximo lunes, Guardian quiso escenificar en un gesto con pocos precedentes su apuesta por el diálogo para asegurar el futuro de la planta de Llodio. El comité de empresa, sin embargo, no lo ve así y ayer anunció tras una asamblea que los trabajadores iniciarán una huelga indefinida a partir del próximo martes que se sumará a los paros parciales de hoy y mañana.
En una escueta pero concluyente nota de cuatro párrafos, Guardian insistió ayer en que la "única manera" de salvaguardar el futuro de la planta pasa por tres objetivos: rebajar la tensión, acercar las posturas y trabajar "conjuntamente" para lograr una salida dialogada con el comité. Una solución, insiste la empresa, que demanda la firma del convenio colectivo y un plan consensuado para la reestructuración de la plantilla, acorde a la situación real de la empresa. En este punto, un portavoz de ELA ya advirtió a este diario el pasado lunes que se trata de una cuestión "inasumible" si no es garantizando por escrito y reflejado en el convenio una indemnización económica de 45 días y 42 mensualidades.
Si bien esta exigencia parecía imposible entonces a ojos de la dirección, ayer la postura era más flexible: "En los casos en que sean necesarias extinciones de contrato por un exceso de plantilla en base a indicadores objetivos de producción, Guardian está dispuesta a mejorar las indemnizaciones, incluso por encima de lo que establece la ley, de cara a lograr acuerdos lo menos perjudiciales posible para todas las partes". Como conclusión, Guardian recordó la "drástica" contracción de la demanda que desde hace dos años sufren sus mercados principales (automoción, construcción y solar), una situación que lamentablemente no presenta síntomas de reactivación.