Vitoria. El consejero vasco de Economía, Carlos Aguirre, avanzó ayer que, previsiblemente, el PIB de la CAV volverá a caer entre julio y septiembre, con lo que la economía vasca completará un año de crecimiento negativo. Esto implica menos beneficios para las empresas, menos consumo y más paro, por tanto menos recaudación, lo que obligará al gobierno que surja tras las elecciones del 21 de octubre a aprobar nuevos ajustes, según Aguirre. El responsable de Economía apuntó que la CAV solo se salvará de este extremo si la subida de IVA que ha entrado en vigor en septiembre tiene un efecto balsámico sobre la recaudación fiscal, algo poco probable teniendo en cuenta que el consumo sigue cayendo en picado.

Los datos económicos ampliados del segundo trimestre publicados ayer por el Eustat, que ya habían avanzado una reduccion del PIB de la CAV del 0,4% entre abril y junio, descubren un nuevo frenazo del consumo que deja poco margen para esperar que la situación vaya a cambiar pronto. En esos tres meses el consumo de los hogares vascos bajó un 0,8%, una caída significativamente mayor que la producida entre enero y marzo, del 0,2%, y que además supone el cuarto trimestre consecutivo en negativo en este apartado. Si se suma el gasto de las administraciones, la caída alcanza el 1%.

En referencia a estos números, Aguirre afirmó ayer que la situación de la economía, ya de recesión técnica, "cada vez se parece más a una depresión". Tras tres trimestres de contracción, el consejero adelantó que no espera que el verano arroje "un buen dato" para el PIB de la CAV, lo que sobre el terreno está suponiendo ya menos producción, más despidos, y por tanto menos ingresos para las arcas vascas.

La Diputación de Bizkaia dio a conocer ayer que la recaudación fiscal ha caído en el Territorio Histórico un 3,1% hasta agosto respecto a 2011, mientras que Gipuzkoa y Araba, hasta julio, pierden un 1,7% y un 3,5%, respectivamente. La bajada de la recaudación obliga al Gobierno vasco a elaborar unos presupuestos restrictivos para el año que viene, lo que ha llevado a Patxi López a adelantar a octubre las elecciones para poder llegar a la cita con las urnas libre de cargas impopulares.

Así lo reconoce Carlos Aguirre, quien avisó ayer de que el próximo lehendakari deberá entrar en la dinámica del tijeretazo, algo que su propio gobierno "ha ido realizando en la primera parte del año". Solo la subida de IVA que ha entrado en vigor en septiembre puede evitar hacer nuevos ajustes, según el consejero. "Si no tiene efecto -el IVA- nos iremos abajo", dijo. El Gobierno español calcula que el recargo del IVA le reportará unos 2.300 millones extra este año, lo que trasladado a la CAV podría suponer una cifra suficiente como para compensar la caída de la primera parte del año. Sin embargo los técnicos de Hacienda han avisado de que la recaudación será menor de la prevista por el efecto de contracción del consumo que suele causar la subida de este impuesto. Es más, una aceleración de la caída del consumo en el tercer trimestre, además de mermar la recaudación por IVA, afectaría también a los ingresos a través de otras figuras como Sociedades.