MADRID. La oficina estadística comunitaria, Eurostat, confirmó ayer oficialmente que el rescate que recibirá España para recapitalizar a la banca a través del FROB tendrá un impacto directo tanto en la deuda pública (a la que se sumará el montante total de la ayuda), como en el déficit (al que se sumarán los intereses anuales que deba pagar el Estado). "El préstamo tomado por el Gobierno español incrementará directamente la deuda (...) Habrá también un impacto directo en el déficit por el gasto que se deriva de los intereses", señalaba explícitamente Eurostat en una nota informativa oficial.
El instituto sin embargo recalcaba que de momento siguen sin conocerse las cantidades y las condiciones asociadas al rescate bancario, por lo que no puede aportar una estimación práctica de cuanto se incrementará el déficit público para salvar a las entidades financieras. No obstante, la oficina estadística dependiente de la Comisión Europea sí explicaba que, como regla general, el impacto en el déficit depende "de si las inyecciones son consideradas como un gasto gubernamental". "Una inyección de capital será considerada como una transacción financiera sin ningún impacto en el déficit si el gobierno actúa en la misma manera que un inversor privado, al buscar una remuneración a precios de mercado. Por contra, una inyección de capital será considerada un gasto gubernamental con un impacto en el déficit si el Gobierno está de facto cubriendo las pérdidas de un banco", indicaba la nota. Es evidente que la ayuda es para reflotar a las entidades en crisis, con lo que los fondos que el FROB de a las entidades sí generará déficit.
Eurostat analizará, en colaboración con las autoridades estadísticas españolas la recapitalización caso por caso en cuanto se conozcan los detalles sobre el préstamo, agrega la nota.
amenaza Dado que es precisamente el déficit excesivo de España la causa por la que Bruselas ha exigido los ajustes llevados a cabo hasta ahora, el hecho de que los intereses del rescate bancario vayan a incrementarlo podría ser la vía por la que se colaran nuevas exigencias de austeridad. La única esperanza que tiene el Ejecutivo es minorar la cantidad a pedir (mejor los 37.000 millones que dice el FMI que los 60.000 que estima Fitch), lograr unas buenas condiciones y cargar sobre las entidades rescatadas un tipo de interés que permita salvar el incremento del déficit. De todas maneras, todo depende de que los bancos rescatados cumplan y eso genera dudas fuera de España.